- Los proveedores del gobierno se resisten al cambio y en ocasiones caen en pifias.
Por: Israel Mendoza Pérez-@imendozape/
Los proveedores del gobierno se resisten al cambio y en ocasiones caen en pifias. A finales de 2019, el director del IMSS, Zoé Robledo anunció con bombo y platillo la inyección de 7 millones de pesos para realizar un concurso con el que se designara a los delegados que se desarrollan al interior del Seguro Social. Su objetivo: erradicar cualquier “dedazo”, compadrazgo, moche, o síntoma de corrupción.
Los movimientos comenzaron en diversas entidades del país, y aunque tiene casi un año que se concretaron, cercanos al director de la dependencia comentan que los nuevos titulares se encuentran bajo observancia constante, sobre todo en aquellas diligencias que implican el uso de recursos públicos. Pero la situación extraña a pocos, sobre todo al considerar los retos a los que se enfrentan los sistemas de salud a nivel mundial, como consecuencia de la pandemia de Covid-19.
Por ejemplo, en últimas fechas bajo la lupa de las autoridades se encuentran las compras de insumos de impresión, ya que durante 2020 Lexmark aparecía como peste proceso tras proceso de la mano de diferentes proveedores, mientras se atrasaban diversas adquisiciones, aún cuando implican indicar tratamientos a miles de derechohabientes, así como la emisión de recetas.
Uno de los casos más sonados sucedió en febrero de de 2020, cuando la Delegación Tamaulipas, ya bajo el mando de Velia Patricia Silva, emprendió la licitación LA-050GYR018-E969-2019, cuyo fallo se difirió en cinco ocasiones hasta que finalmente fue declarada desierta. En ella, Elevait, Grupo Paliba, Proveedora de Consumibles Industriales Sebal, Proveedora de Suministros y Consumibles CVR, Sacomer Internacional, Soluciones Elsa y Vetef, entregaron ofertas donde cotizaban cartuchos de la fabricante que en México lleva Isaac Bessudo.
Pero dicha marca no podría ser aceptada ya que como parte fundamental se asentó que los cartuchos debían ser completamente nuevos, y los de la fabricante estadounidense no lo son, ya que tiene en marcha un programa de reciclaje en el que son remanufacturados y rellenados.
Posteriormente se llevó a cabo otro proceso, pero bajo el número LA-050GYR018-E224-2020, del cual tampoco se obtuvo a un ganador debido a la persistencia de los mismos. Es así que para este año se espera la apertura de un concurso internacional que abra la puerta a alternativas que mejoren las condiciones de calidad y precio a las que accede el Instituto.
Pero eso no es todo, ya que sobre los tóners de Lexmark también se descubrió que duran menos del 50%. Esto se descubrió luego de que en la Delegación Veracruz Norte, que lleva María de Lourdes Carranza Bernal, se solicitaban consumibles con capacidad para imprimir 12,000 páginas, pero al hacer un estudio de los reciclados se detectó que solo duraban para 5,000. En ese concurso, siete de las 11 participantes anotaron a la marca.
Ante estas evidencias, cuando en 2021 emprendieron el proceso LA-050GYR014-E48-2021, su Órgano de Operación Administrativa Desconcentrada Regional dejó fuera de inmediato a AP Química Industrial y Grupo Paliba, que volvieron a ofertar con productos de la compañía americana. Por ello es que se ha puesto sobre la mira y se ha aprendido de las mañas de los proveedores.
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