Por: Redacción/
Los estudios organizacionales brindan formas alternativas de análisis para observar la realidad, por lo que la perspectiva territorial, el estudio de las metrópolis y las ciudades, los riesgos y desastres, la corrupción, la pobreza, el estudio de movimientos sociales y la perspectiva organizacional de las políticas públicas son del interés de esta disciplina, señaló el doctor Guillermo Ramírez Martínez, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Durante la presentación del volumen uno del libro Tratado de Estudios Organizacionales, teorización sobre el campo, presentado en la Unidad Iztapalapa, el académico del Departamento de Economía señaló que si bien hace 10 años se ponía de manifiesto la necesidad de realizar aportes teóricos que vincularan la realidad histórica con el ámbito organizacional de manera que tuvieran un impacto verdadero en regiones y localidades de América Latina, “es evidente que existe un desarrollo importante” de la disciplina en la zona.
Debido al número creciente de profesores interesados en este campo de estudio se puede apreciar “que está en marcha el proceso de construcción de una propuesta propia, no esencialmente homogénea, pero que se acota a las necesidades de la región, generando un discurso relacionado con las organizaciones en Latinoamérica”.
El coordinador del Posgrado en Estudios Organizacionales de la UAM comentó que este desarrollo se ha caracterizado por sentar las bases para consolidar una propuesta representativa del pensamiento organizacional, con un sentido de identidad propia y con raíces en la comunidad.
Uno de los frutos es el Tratado de Estudios Organizacionales, Volumen 1, Teorización sobre el Campo, ya que es el resultado del trabajo conjunto de dos universidades de la región, la UAM y la Universidad EAFIT de Medellín, Colombia, así como de la Red Mexicana de Investigadores en Estudios Organizacionales.
Uno de los propósitos de editar este tratado es acercar a “nuestra lengua la segunda edición (2006) del Handbook of Organization Studies (Stewart Clegg, Cyntia Hardy, Walter R. Nord) publicado en inglés en México en 1996, así como ampliar los horizontes de accesibilidad de los fundamentos teóricos “que nos dan identidad como investigadores del fenómeno organizacional”.
Al referirse al capítulo del libro: Instituciones producto o subproducto, reflexiones sobre los límites del nuevo institucionalismo económico, el doctor David Arellano Gault, del Centro en Investigación y Docencia Económicas, explicó que al menos en algunos ámbitos de discusión contemporánea la teoría sobre el tema está siendo desplazada por la organizacional y como respuesta “el embate de la primera es feroz y dominante” en el debate público administrativista contemporáneo.
Desde este punto de vista, si una institución crea incentivos adecuados y correctos, se supone que moverá el comportamiento de las personas de una manera más o menos automática. “Cuando uno lee esto desde la teoría organizacional, sociológica o psicológica no causa sino ronchas”.
Arellano Gault propuso discutir el nuevo institucionalismo económico, concepto sociológico de larga data que los analistas han incorporado de una manera peculiar al decir: sí importan las instituciones porque al final de cuentas “las podemos construir, afectar y transformar, lo cual para cualquier sociólogo resulta atrevido, agresivo”.
Desde un punto de vista organizacional, el argumento institucionalista es un precepto que se encierra en sí mismo y no tiene mucho sentido, porque si reconoce que las instituciones son producto de la interacción (social), no pueden ser diseñadas y afectadas a través de incentivos. Es por lo tanto una contradicción conceptual “muy grave”.
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