Por: Redacción/
En Iraq, los civiles siguen en peligro, a pesar de que el ejército iraquí ha logrado recuperar la ciudad de Hawiga, la última que quedaba en el norte del país en manos del Estado Islámico.
La coordinadora humanitaria de la ONU en Iraq, Lise Grande, ha explicado en un comunicado que “más de 5,4 millones de civiles han tenido que desplazarse por los combates desde 2014” y añadió que “nada es más importante que protegerles”.
Muchas de estas personas están sufriendo castigos colectivos, se restringen sus desplazamientos y se les obliga a regresar a su lugar de origen. En los campamentos para desplazados ha habido casos de abusos sexuales y violencia. La coordinadora dijo que hay casos “que rompen el corazón” de niños, ancianos y discapacitados que están siendo separados de sus familias.
Además de la protección imediata, la gente necesita ayuda a largo plazo.“Cientos de miles de personas, incluyendo a decenas de miles de niños han sido expuestos a peligros extremos, estrés, trauma y necesitarán años de ayuda y apoyo especializados”, añadió Grande.
La ONU además está preocupada por las presiones que se ejercen sobre los trabajadores humanitarios, algo que han denunciado en numerosas ocasiones antes las autoridades.
Desde la reconquista en julio de Mosul, la segunda ciudad de Iraq, las fuerzas iraquíes retomaron, con el apoyo de la coalición, Tal Afar (norte), a finales de agosto, y Hawija, más al sur, el jueves. Los combates prosiguen en el valle del Éufrates, en la frontera con Siria.
En septiembre, al menos 203 civiles iraquíes murieron y otros 389 resultaron heridos a causa del conflicto en el país, según datos publicados por la Misión de Asistencia de Naciones Unidas para Irak (UNAMI).
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