Por: Mugs Redacción
Los atentados ocurridos en Francia el viernes 13 de noviembre representan una involución respecto del avance de la democracia en el mundo árabe y un agravamiento de las tensiones interreligiosas en Europa, señaló el doctor José Luis León Manríquez, profesor-investigador del Departamento de Política y Cultura de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
El doctor en Ciencia Política por la Universidad de Columbia, Nueva York, dijo que “estamos frente a un hecho inefable porque la violencia, venga de donde venga, es condenable, sobre todo cuando las vidas que se pierden son de personas inocentes”.
El surgimiento del Estado Islámico y su expresión violenta en los atentados de hace tres días, afirmó el especialista en temas internacionales, ponen en cuestión la idea de que luego de la caída de las autocracias laicas en Medio Oriente surgirían gobiernos de carácter democrático occidental.
“Esto no sucedió y probablemente no va a ocurrir”: salvo Túnez, en el resto del mundo árabe lo que hay son pugnas de poder entre los movimientos del islam religioso, político y radical y el islam moderado.
Una de las utopías que parecían concretarse con el surgimiento de la Unión Europea en los años 90 del siglo pasado era que las fronteras podrían eliminarse; sin embargo, a raíz de estos atentados tomarán mayor fuerza las opiniones en el sentido de que la migración debe regularse e incluso de que las fronteras deben cerrarse a las personas provenientes de países musulmanes.
Si la Unión Europea fue planteada como un proyecto civilizatorio respecto de la compleja relación política y de seguridad entre Europa y Medio Oriente, “estamos frente a un proceso de regresión”, enfatizó el investigador.
El investigador consideró pertinente preguntarse hasta qué punto estos atentados constituyen una vuelta “a las cruzadas que pensábamos habían terminado en el siglo XIII de esta era. Estos conflictos parecían haber quedado zanjados en los últimos siglos, pero ahora creo que estamos viendo un renacimiento de esas guerras religiosas, sobre todo en el discurso de los grupos del islam extremo”.
El proyecto cultural del Estado Islámico es “indefendible”, porque plantea una reversa histórica hacia un mundo feudal donde la vida de las personas estaría controlada sobre todo por la religión, por lo que es muy importante –incluso para quienes no concuerdan con las actividades de Europa o Estados Unidos en estos países– no exaltar a estos grupos radicales que representan un proyecto de retroceso civilizatorio.
El doctor León Manríquez afirmó por otra parte que la respuesta de la comunidad internacional a largo plazo debiera orientarse a fomentar procesos de integración educativa y cultural hacia la paz, y lograr que sigan estableciéndose mínimos de respeto entre las distintas religiones que se expresan en Europa.
“Hay que recordar que en países como Alemania, Francia y España hay entre 10 y 15 por ciento de población musulmana, por lo que son muy importantes las políticas de integración social”.
Por otro lado es necesario también que los países se pongan de acuerdo en una política de contención del Estado Islámico y hacer una clara distinción entre justicia y venganza. “La política de ojo por ojo, diente por diente”, como la desplegada por el presidente estadounidense George Bush en Afganistán sirvió para dar a la opinión pública un sentido de venganza, pero no de justicia.
“Los países occidentales tienen que ser extremadamente cautos para definir una política que contenga al Estado Islámico, pero al mismo tiempo no exacerbar la ya difícil situación en Medio Oriente”, añadió.
Por la acumulación de actos terroristas en los últimos meses, los atentados del viernes “posiblemente signifiquen un umbral hacia nuevas políticas contra el terrorismo”; sin embargo, “lo peor que podría pasarle a Europa es un retroceso en sus políticas de apertura de sus fronteras”.
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