Los avances científicos permitirán a las mexicanas someterse al nuevo tratamiento de reproducción asistida Genético Preimplantacional, que permite detectar males congénitos y reducir hasta en siete por ciento los casos de abortos espontáneos.
El director general de Médica Fértil, Rafael Sánchez Usabiaga, explicó que mediante el Estudio Genético Preimplantacional se detectan anomalías genéticas de 24 cromosomas del embrión durante el quinto día de desarrollo embrionario.
Ese procedimiento requiere una biopsia del feto, que consiste en la extracción de una o varias células del bebé para analizar el ácido desoxirribonucléico (ADN) e identificar aquellos con el número correcto de cromosomas
Después es necesario hacer una transferencia mediante un método de fecundación in vitro o congelación para uso futuro.
Esa alternativa permitirá detectar alguna anomalía que puede ocurrir en la formación del óvulo, del espermatozoide o del embrión en etapas tempranas de su desarrollo, lo que resulta en cromosomas de más o de menos (aneuploidia).
Entre las enfermedades a desarrollarse por un número anormal de cromosomas están los síndromes de Down y Turner, así como malformaciones cardiacas y defectos del tubo neuronal.
Las posibilidades de padecer esos problemas aumentan de acuerdo a la edad de la madre; por ejemplo, quienes sean menores a 35 años tienen un riesgo de 63 por ciento y para las mujeres de 40 años o más es de 88 por ciento.
Sánchez Usabiaga comentó que a nivel mundial fallecen unos 276 mil recién nacidos al año durante el primer año de vida, debido a la presencia de padecimientos congénitos.
En México, por ejemplo, en 2013 hubo seis mil defunciones de recién nacidos por malformaciones congénitas, deformidades y anomalías cromosómicas.
El especialista aseguró que con esa tecnología también se reduce entre dos y siete por ciento la tasa de abortos espontáneos, se minimiza el riesgo de enfermedades, se evita la interrupción y disminuyen los embarazos múltiples.
“De manera que es una opción para lograr embarazos exitosos y nacimientos de bebés sanos”, consideró el médico especialista en ginecología y obstetricia.
Además resaltó que es factible para aquellas parejas con problemas de fertilidad, una condición que repercute emocionalmente y llega a compararse con el impacto de recibir un diagnóstico de etapa terminal como el cáncer.
En algunos países se considera un problema de salud pública y está señalado entre los problemas prioritarios de la Organización Mundial de la Salud, comentó el experto.
Sánchez Usabiaga agregó que en México operan unas clínicas afiliadas y se practican 82 mil procedimientos de ese tipo, en comparación con 200 mil en Estados Unidos.
Sin embargo en México sólo 20 por ciento tiene acceso a los tratamientos de infertilidad y reproducción asistida.
La mayoría de quienes solicitan la asistencia tienen entre 38 y 40 años, es decir, siete de cada 10 mujeres presentan esa edad lo que significa que la mujer actual ha decidido postergar la maternidad, con los riesgos y complicaciones que eso implica.
Notimex
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