Por: Redacción 

Es indispensable que gobiernos estatales y autoridades en materia de transporte y vialidad creen políticas eficientes de emplacamiento de motocicletas, de preferencia al momento de su venta inicial, utilizando herramientas tecnológicas disponibles pues se desconoce cuántas tienen registro y si pagan impuestos, planteó el diputado Francisco Javier Pinto Torres (Nueva Alianza).

A través de un punto de acuerdo, el presidente de la Comisión Especial para el Desarrollo Sustentable, detalló que el problema de que una moto no se registre, es tener un vehículo que no puede ser identificado, y lo más grave, “que puede ser utilizado para la comisión de delitos”.

Pinto Torres precisó que según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 1980 existían 277 mil 84 motocicletas registradas, y en 2014 eran 2 millones 270 mil 458, lo que representa un incremento del 719 por ciento en 34 años. “Esto refleja que el mexicano ve a este vehículo como un transporte accesible que responde a sus necesidades de movilidad”.

Es necesario que los tres órdenes de gobierno inviertan en infraestructura mínima para el respeto de todos los usuarios de la vía pública y promoción de una cultura vial, donde se incluyan peatones, automovilistas, motociclistas y ciclistas, pues si se promueve el transporte alterno se beneficia la movilidad.

Tan sólo en la Ciudad de México, según el Instituto Mexicano de la Competitividad, en las “Recomendaciones para el financiamiento de la movilidad urbana”, un ciudadano promedio ocupa el 12 por ciento de su tiempo en transportación diaria; la velocidad promedio en la que una persona se desplaza en horas de mayor afluencia vehicular es de 6 y 8 kilómetros por hora, lo que repercute en pérdidas económicas por competitividad, equivalentes al 1 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.

Por ello, el diputado resaltó que las motocicletas representan un transporte que reduce el tráfico, tiempos de traslado y contaminación por emisiones de bióxido de carbono. Además, aumenta la productividad e incluso el tiempo de descanso de los trabajadores.

El objetivo es que los gobiernos de las entidades federativas promuevan políticas de registro vehicular para facilitar el emplacamiento de las motocicletas, en el momento de la compra de primera mano, medida que ha resultado efectiva para los ciudadanos que reciben un producto final listo para su uso legal por las vialidades.

También, porque constituye una acción efectiva para combatir los crímenes realizados en este tipo de autotransporte; permite a las autoridades estatales recaudar un mayor número de impuestos por concepto de tenencia y derechos, a la vez que facilita mantener un control sobre el número de estos vehículos en su territorio y bajo su autorización.

El diputado Francisco Javier Pinto argumentó que a diferencia del sector automovilístico, el cual cuenta con infraestructura nacional y apoyo por parte de las autoridades para mantener un control constante, la industria del motociclismo en México aún está en desarrollo, por lo que es importante revitalizar al sector como alternativa de movilidad viable para las grandes ciudades.

Actualmente, Puebla o el Estado de México cuentan con un sistema tecnológico eficiente de emplacamiento de motocicletas, mientras que otras entidades con mayor carga burocrática no aprovechan las herramientas tecnológicas para la expedición de placas y permisos.

Colima es ejemplo en la digitalización del proceso en el registro vehicular, ya que el ciudadano realiza su cita vía Internet y, una vez programada, la Secretaría de Movilidad, en dos horas, emplaca la unidad.

Hay estados como Veracruz y Yucatán que cuentan con controles exigentes que se exceden en la seguridad del registro vehicular, al punto en que hacen ineficiente e inhiben el emplacamiento por la vía legal a través de organizaciones automotrices, obligando al ciudadano a realizarlo directamente con las autoridades locales, “lo que en muchos casos hace desistir al ciudadano del emplacamiento”.

El diputado de Nueva Alianza se manifestó a favor del desarrollo sustentable, a través del uso de la motocicleta como medio de transporte, ya que es una opción segura y sustentable para el perfeccionamiento metropolitano.