Por: Redacción

El diputado José Luis Sáenz Soto afirmó que en la lucha contra el delito de trata de personas son necesarios la sociedad civil, los gobiernos y las organizaciones, pero sólo se lograrán resultados en la medida en que coordinen esfuerzos y se promuevan las iniciativas que brinden las herramientas para combatirlo.

“A veces tenemos mucha claridad de los problemas, pero no siempre las herramientas para solucionarlos ni la formación para prevenirlos”, expresó.

Señaló que este tema es de especial relevancia en la agenda legislativa, por lo que trabajarán en encontrar los mecanismos legales adecuados, ya que “debe ser interés de las autoridades acompañar y fomentar la educación como un baluarte en la protección de las personas”.

Al dar la bienvenida a la Noche de Museos, en el Palacio Legislativo de San Lázaro, donde se puso en escena la obra “Tu Vida No es una Mercancía, No dejes que Exploten tus Sueños”, el legislador, integrante de la Comisión de Cultura y Cinematografía, apuntó que los conflictos bélicos, el crecimiento del crimen organizado y la indiferencia institucional, son factores que hacen vulnerable la integridad de las personas.

“Las artes escénicas, como la que hoy presenciamos, nos pueden decir más que mil contenidos teóricos sobre un tema, y en estas materias, en las que es necesario avanzar con tanta celeridad, el uso de este tipo de recursos es fundamental para ampliar la difusión y la información”, explicó.

Mencionó que el Museo Legislativo se ha vuelto un espacio de expresión colectiva que busca apoyar los objetivos que nuestra sociedad anhela.

Durante la obra, los actores representaron el testimonio de una joven mujer, víctima de trata, quien llega a la Ciudad de México bajo engaños de un presunto casting para un papel actoral.

“Quería demostrarle a mi mamá que podía ser actriz y, buscando por Internet, me topé con alguien, que trató de ganarse mi confianza desde el principio. Después de varios meses, al platicarle mi frustración, me invitó a la Ciudad de México. Incluso, se ofreció a pagarme el boletó de avión, para venir presuntamente a una prueba para un papel”, relata el personaje en la puesta en escena.

La escenificación mostró cómo la ilusión por obtener el papel principal, que requería de una actriz joven y bella, servía como uno de los cebos que los tratantes provocan para captar a víctimas.