Por: Redacción/
La UNAM sigue siendo la institución donde se deposita una gran confianza para abordar los temas de la paz, debido a que aquí han egresado dirigentes y personalidades que protagonizan el diálogo y las negociaciones, y surgen soluciones políticas a varios conflictos de América Latina y del mundo, afirmó Rigoberta Menchú Tum, Premio Nobel de la Paz 1992 e Investigadora Extraordinaria de la UNAM.
Al dictar la conferencia magistral “Contenido e importancia de la Declaración y el Programa de Acción de las Naciones Unidas para una Cultura de Paz”, en el Auditorio “Jaime Litvak”, del Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) de la UNAM, Menchú Tum convocó a todos los sectores sociales a ser agentes de paz.
“La invitación es a todos, pero hay un llamado específico a la academia, a las universidades, para que involucren en su agenda a la cultura y la educación para la paz, que implica formar agentes mediadores de conflictos, de diálogos, de negociaciones, de solución política, gente que pueda ser facilitadora de soluciones”, dijo.
Como parte de la Cátedra Extraordinaria que lleva su nombre, la activista guatemalteca, que estuvo acompañada por Rafael Pérez-Taylor y Aldrete, director del IIA, dijo que eligió México y en particular a la UNAM para exponer un balance de la Declaración y el Programa de Acción de las Naciones Unidas para una Cultura de Paz a casi 20 años de establecida, como mandato de este organismo internacional.
Manifestó que sigue el imperativo para lo que fue responsabilizada desde 1996 como Embajadora de Buena Voluntad por la UNESCO.
“Lo que sí debo decir y agregar a esta declaración, es que su cumplimiento debe ser un patrimonio tangible de la humanidad, todo el planeta está llamado a cumplirla, es tan bueno que si no se efectúa, sería realmente una pena, porque no se trata de filosofar sobre la cultura de paz, se trata de que se siembre y se sienta y se viva, en la población, en la educación a todo nivel”.
La invitación, continuó, es también a los padres de familia, a los artistas, a los comunicadores, y por supuesto a los medios de comunicación, que pongan una etiqueta real de lo que es la cultura de paz, hacemos un llamado de nuevo a la academia universal, sin olvidarnos de activistas sociales y los defensores de derechos humanos.
Al referirse al tema de la Caravana Migrante de Centroamérica, Rigoberta Menchú, dijo que representa una nueva crisis. “La migración es un tema universal, y esta movilización me recordó a la emprendida en los años 80, cuando miles de guatemaltecos queríamos escapar, también me recordó la madurez con la que las autoridades mexicanas abordaron el tema, en aquel entonces se actuó para resolver el conflicto no para detener a los refugiados”.
Balance
Rafael Pérez-Taylor y Aldrete, director del IIA, mencionó que la cultura de paz no necesariamente tiene su punto contrario o antagónico en la guerra, sino en la falta de equidad y equilibrio.
En ese sentido, coincidió con Julio Carranza, Director y Representante de UNESCO en Guatemala, quien mencionó que la paz hoy en día es ya un imperativo de sobrevivencia.
“La situación es mundialmente peligrosa, no solo es una cuestión ideológica, tiene que ver directamente con intereses económicos muy serios, el planeta tiene el gasto militar más alto desde la Caída del Muro de Berlín con 3 mil millones de dólares al día”.
En su oportunidad, Nuria Sanz, Representa de la UNESCO en México, dijo que al parecer la condición humana parece necesitar tiempos geológicos y no cronológicos para la paz.
Añadió que frente a toda la complejidad de violencia que enfrenta nuestro país, hay otro frente extraordinario de capital humano y cultural que puede ofrecer una respuesta constructiva al conflicto, concluyó.
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