Por: Redacción
La licenciatura en Ciencia Forense de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM es única en México y Latinoamérica. La distingue el énfasis que pone para que sus estudiantes tengan una formación científica ligada con lo jurídico.
Acorde con la situación que se vive en nuestro país y con el sistema de justicia penal que entró en vigor en junio pasado, esta carrera es una forma de contribuir, desde la Universidad, a resolver los problemas de justicia y seguridad pública.
Su coordinadora, Zoraida García Castillo, explicó que un científico forense como los que forma la UNAM puede integrarse con el agente del ministerio público, con la policía o los jueces, para determinar los hechos delictivos.
Es un profesional con la capacidad de analizar y asegurar el lugar del hallazgo, iniciar el control del sistema de cadena de custodia –importante en el nuevo sistema de justicia–, de coordinar equipos de trabajo de especialistas y saber qué tipo de pruebas son las ideales para determinar qué sucedió.
La licenciatura 101 de esta casa de estudios, creada en enero de 2013 luego de su aprobación por el Consejo Universitario, recibió a su primera generación en agosto de ese mismo año, la cual egresará en 2017.
A diferencia de otras carreras que ya existían en la nación, como las de criminología y criminalística, donde se aprenden técnicas forenses (fotografía, dactiloscopía, documentoscopía o grafoscopía), ésta homologa, integra, hace multidisciplinarias y transdisciplinarias a todas las ciencias forenses (medicina legal, patología, química, física, biología, antropología, entomología y genética, entre otras).
Fue concebida para el desarrollo de competencias y sus asignaturas se clasifican en teóricas, metodológicas y aplicadas. Se cursan materias como anatomía, embriología, histología, bioquímica, genética, farmacología, antropología, entomología, sexología y medicina forense, en el área biológica; perfiles criminológicos, psicología forense, psicopatología forense, técnicas de entrevista y polígrafo, en la psicológica; y teoría del delito o sistema penal acusatorio en el área del derecho.
No se dejan de lado materias como derechos humanos y criminalística con perspectiva de género, lo cual tiene mucho sentido frente a problemas como el feminicidio, abundó la coordinadora.
En el último año de estudios, los alumnos toman clases fuera de la UNAM. Desarrollan una estancia en el Instituto de Formación Ministerial, Policial y Pericial de la Procuraduría General de la República (PGR), para cursar balística, fuego y explosiones, “que aquí no podemos dar”, o química forense avanzada.
También en el Instituto de Formación de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) de la Ciudad de México, y en el Instituto de Ciencias Forenses del Tribunal Superior de Justicia, precisó Zoraida García.
Con instalaciones propias y laboratorios especializados, la licenciatura inspiró al programa que a partir de este año imparte la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, y en Guadalajara pretenden abrir uno más. En Colombia y Argentina también hay interés por conocer el funcionamiento de la carrera con sede en la FM, en la que colaboran las facultades de Ciencias, Química, Psicología y Derecho.
Para ingresar, los alumnos deben ser aceptados en alguna de las carreras de esas entidades, por examen o pase reglamentado; luego, realizar un examen de conocimientos –“nos interesa que vengan bien formados en matemáticas, física, química y biología”–, uno de comprensión de textos en español e inglés, y uno psicométrico para determinar su orientación vocacional y hábitos de estudio. Por último, presentan una entrevista. “Somos una carrera de alta exigencia”.
En tanto, los profesores de tiempo completo y de asignatura provienen de entidades universitarias como el Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico, del Instituto de Biología o de las facultades de Química, Medicina, Filosofía y Letras y Odontología, entre otras. Pero también dan clases un juez, un magistrado, una investigadora del Instituto Nacional de Ciencias Penales, y científicos y peritos de la PGR y la PGJ.
García Castillo destacó que la licenciatura cuenta con líneas de investigación relacionadas con antropología, genética, entomología y toxicología forenses; así como en áreas humanísticas y jurídicas. En el campo criminalístico se desarrolla la identificación de voz y textos para detectar a personas o plagios, además de la aplicación de la física mecánica a los problemas forenses, ejemplificó.
“No trabajamos solos, hemos buscado relaciones con otras áreas, incluso propusimos la creación de una red temática de ciencias forenses ante el Conacyt, que fue aprobada, y eso nos permite ampliar el trabajo de investigación con otras instituciones públicas, académicas y gubernamentales”, concluyó.
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