Por: Redacción/

El presidente de la Cámara de Diputados, Edgar Romo García, afirmó que la Ley General de Mejora Regulatoria representa un parteaguas en la relación ciudadano-gobierno y anclará los cimientos de un México aún más competitivo.

Manifestó que ese ordenamiento legal debe ser la Reforma Estructural décimo cuarta del sexenio, todas ellas, sin duda, respaldadas y acompañadas por el Legislativo. Además, es prueba de que con visión, voluntad y determinación de los distintos sectores, se pueden lograr esfuerzos por el bien de México.

Al participar en el acto de promulgación de esa norma por parte del Ejecutivo Federal, señaló que la ley surgió de la necesidad de replantear una forma de hacer trámites más simples, eficaces, transparentes, seguros y homologados en todo el territorio nacional.

“Las y los legisladores buscamos que esos trámites no se conviertan en barreras que impidan el desarrollo y progreso nacional; es decir, que el gobierno no sea un obstáculo para los ciudadanos, sino un verdadero facilitador”, comentó.

Aseguró que se trata de mostrar una nueva cara gubernamental, a través de un rostro humano, amigable y consciente de las necesidades de la sociedad. “Es hacer del gobierno un amigo y no un inconveniente”.

El objetivo, subrayó, es lograr un sector público eficaz y enfocado a optimizar los servicios que ofrece, por medio de procesos administrativos ágiles y sencillos. “Ante la demanda social de una burocracia ágil, delgada, amigable y capaz, los legisladores nos empeñamos en esbozar un producto de vanguardia y de beneficio para todos”, resaltó.

Consideró responsabilidad del Estado y de los Poderes que lo conforman, propiciar un ambiente que impulse la competitividad nacional; por ello, el Legislativo atendió la iniciativa enviada por el Ejecutivo en esta materia.

Romo García precisó que la nueva ley implementa un modelo que incluye políticas de revisión normativa, de simplificación y homologación nacional de trámites, así como medidas para facilitar la creación de empresas.

El nuevo sistema de mejora regulatoria será implementado bajo principios de transparencia, participación ciudadana, responsabilidad pública, rendición de cuentas y eficiencia de la acción gubernamental.

Detalló que la norma establece un Sistema Nacional que permitirá coordinación entre todas las autoridades, y con la participación de los sectores privado, social y académico.

México avanzará con pasos firmes rumbo a un andamiaje que simplifica la tramitología en cualquier área del oficio público. Esta legislación moderna permitirá trámites sencillos, nuevos modelos de operación y de capacitación a los funcionarios encargados de realizarlos, con el objetivo común de la modernización regulatoria.

Contempla la creación de un nuevo catálogo nacional de regulación de trámites y servicios, a fin de brindar seguridad jurídica a los emprendedores y al público en general sobre sus derechos y obligaciones.

Asimismo, pondrá en marcha la instrumentación de una estrategia nacional que articule y enfoque la visión de las políticas en esta materia.

Otro punto importante, destacó, es la creación del Observatorio Nacional de la Mejora Regulatoria, del Registro Nacional de Regulaciones y del Registro Nacional de Visitas Domiciliarias, como figuras para fortalecer la dinámica de tramitología.

Se introduce también el análisis de Impacto Regulatorio, que permitirá evaluar las propuestas de regulación, además de proporcionar información relevante para garantizar que los beneficios sean superiores a los costos, con el propósito de cuidar recursos y actuar responsablemente.

Además, nace la figura innovadora del Expediente Único para Trámites y Servicios, que tendrá como objetivo la presentación de información por el usuario por una sola vez; es decir, la automatización de los procesos de gestión gubernamental, así como la optimización interna de trámites y servicios.

Finalmente, el diputado Romo García estimó necesario reforzar el compromiso y la responsabilidad de todos los servidores públicos con la comunidad y, hacer de valores como la honestidad y dignidad, la base para ser merecedores de la confianza ciudadana.

La meta es cambiar el rostro del gobierno y consolidar un servicio público eficaz, cercano a la gente, con sentido social y con métodos de gestión actualizados, concluyó.