Por: Redacción/
El alfabeto primitivo, en cera perdida y vaciado en bronce, de Vicente Rojo recuerda que las letras han sido fuente de inspiración y compañeras perennes de este genio del arte, distinguido por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y el Ayuntamiento de Lerma con una muestra que combina gráfica y escultura.
La séptima edición del Festival Cultural Martín Reolín Varejón le rindió tributo –en sus 87 años de vida y más de 60 de producción plástica– con la Exposición-homenaje al maestro Vicente Rojo, que comprende alrededor de 30 obras plásticas en formato diverso y de realización reciente.
Catorce esculturas conforman el alfabeto primitivo y demuestran el carácter sólido de una colección de tipografía actual cargada de geometría y semicírculos, cuyo cuerpo está cubierto de color negro, texturizado en líneas continuas de caligrafía; cada pieza está compuesta de gruesas placas sobrepuestas y cortes finamente angulados que acentúan la isometría del conjunto.
Cuatro piezas más complementan el concepto tipográfico en la obra del artista plástico: Letra minúscula y Modelos 1, 2 y 3, que son también un nítido ejemplo del significado de la Generación de la Ruptura por sus formas más cosmopolitas y abstractas, realizadas en cantera, madera y bronce con la técnica de cera perdida.
La muestra –abierta en el Zanbatha-Museo del Valle de la Luna hasta el próximo 7 de junio– presenta la serie gráfica México bajo la lluvia, compuesta por 12 piezas en serigrafía, aguatinta y aguafuerte en cartón, tela, madera, polvo de mármol, aserrín o corcho, todas creadas en la década de 1980 y, a partir de la abstracción y el mundo simbólico de la cultura, plasman el contraste de la vida del autor en el México de 1950 –cuando arribó al país como exiliado desde España– y el de 1980, al entablar un diálogo entre la línea y la materia.
El trabajo creativo del escultor en esa segunda etapa del siglo pasado registra un menor protagonismo de la estructura geométrica, cediendo al dramatismo en el uso del material y el color, aunque prevaleciera el interés por la diagonal.
Los tres aguafuertes de la serie Tardes de lluvia corresponden al grabado abstracto característico de Rojo en años posteriores; en esta coedición entre el poeta José-Miguel Ullán y el artista naturalizado mexicano, los contrastes verde-azul, morado-café, turquesa-azul hablan de una separación entre la tierra y la atmósfera, mientras que las manchas salpicadas en el interior representan la lluvia y el océano.
Rojo perteneció a la Generación de la Ruptura junto con Manuel Felguérez, José Luis Cuevas y Fernando García Ponce, entre otros; en los conjuntos Señales, Negaciones, Recuerdos, México bajo la lluvia y Escenarios destacan pirámides, códices, estelas, visiones urbanas y volcanes.
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