Por: Redacción
Legisladores, médicos, productores y expertos en herbolaria se pronunciaron a favor de trabajar en la creación de un marco legal que regule la producción, cosecha, venta, distribución y aplicación de plantas medicinales, con el fin de garantizar su uso adecuado y profesionalizar este rubro.
En el segundo y último día de trabajos del Primer Foro “Hacia la Construcción de una Política de Aprovechamiento Sustentable de la Cadena Productiva de las Plantas Medicinales y Productos Naturistas en México”, reconocieron que aún existen vacíos legales que limitan su entrada en el mercado nacional, contrario a lo que pasa en otros países en donde hay una tendencia hacia los productos de origen natural.
Pidieron reconocer las hierbas y plantas medicinales en el mismo rango de los medicamentos, destacando sus ventajas frente a la alopatía, como su bajo costo y poca o nula presencia de efectos contraproducentes.
En este sentido, la diputada Blanca Margarita Cuata Domínguez (Morena), secretaria de la Comisión de Competitividad, afirmó que productores y cosechadores de plantas medicinales se sienten presionados por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), a pesar de que producen “herbolaria limpia”.
Señaló que el objetivo es hacer una ley que reconozca los productos naturistas no sólo como un suplemento alimenticio, sino como una medicina de origen herbolario. “Con información y argumento pelearemos el derecho de que sean reconocidos estos productos”.
Consideró que el marketing esta hoy en día en lo orgánico y natural, por lo que pidió trabajar para que “no se quede sólo en una moda” y se preserve esta medicina milenaria.
“La experiencia e interés mostrado por parte de los productores y cosechadores de plantas medicinales en este evento, es un buen arranque para crear un marco jurídico para su protección”.
Este foro, dijo, ayudará para proponer qué debe regularizarse desde el Legislativo a su favor. “Debemos ver que hay un gremio importante, como lo es la herbolaria y los productos naturales, en estado de abandono”.
Felipe Reyes Fuentes, profesor de la Universidad Autónoma Chapingo, advirtió: existe un desfase entre la Ley General de Salud, en donde se hace mención de las plantas medicinales y el uso que se le da, ya que, aseguró, son usadas para atender problemas médicos, sin que haya un médico de por medio.
Los lugares y pueblos en donde se producen y cosechan estas plantas desconocen que existe un marco legal; no siguen las buenas prácticas de postcultivo, por lo que pidió invertir en este eslabón para conseguir un proceso adecuado de deshidratación y no se reduzca la sustancia activa de dichas floras.
Actualmente, las políticas públicas en este rubro no están vinculadas con otras áreas que ayuden a detonar su potencial económico y social, como son el desarrollo rural y los derechos humanos.
Explicó que muchas de estas cosechas son suplementos alimenticios naturales, los cuales son productos que no alivian enfermedades, sino que tienen la finalidad de incrementar la ingesta dietética.
Aquiles Alarcón Morales, del Colegio Mexicano de Ingenieros Bioquímicos A.C., consideró que la botánica médica ha comenzado a traspasar nuevos sectores de la sociedad y el comercio, ya no es exclusiva de zonas remotas o de poco acceso a medicamentos, y hay grandes farmacéuticas interesadas en el rubro y en la extracción de las sustancias activas de las plantas.
Aunque México carece de estadísticas sobre el tamaño del mercado, se estima un consumo per cápita de medio kilo de plantas medicinales; además, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 80 por ciento de la población mundial consume plantas medicinales.
“El gobierno debe comenzar a voltear hacia este sector por la importancia económica que representa”, planteó.
Abundó que el vacío en la normatividad impide la producción con un buen nivel de calidad, que permita a este sector ser competitivo frente a otros países.
El director del Centro de Investigación Biomédica del IMSS, Jaime Tortoriello García, expuso que entre las ventajas de las plantas medicinales está su uso con fines terapéuticos para enfermedades que no cuentan con medicamentos alópatas eficientes, como el caso de las hierbas usadas para la diabetes.
“Las plantas medicinales tienen la ubicación para muchos trastornos en los cuales la medicina alópata no tiene fuerza; contamos con plantas registradas para la depresión y otros males”, relató.
Comentó que desde hace 10 años, el sector salud y la industria farmacéutica comenzaron a ocuparse de las plantas medicinales, además de que los médicos empezaban a interesarse por nuevas alternativas.
Habló también sobre la aplicación de innovaciones tecnológicas desarrolladas por el IMSS en la cadena productiva de plantas medicinales de México, y mencionó que se requiere un eje, una iniciativa a nivel nacional, que comprometa a secretarías como la de Salud, de Economía y de Trabajo y Previsión Social alrededor de las plantas medicinales.
Mientras no suceda, difícilmente se aprovechará el gran potencial que tienen las plantas medicinales, y “a pesar de nosotros, seguirán utilizándose”.
La directora ejecutiva de Evidencia de Riesgos, de la Cofepris, Matiana Ramírez Aguilar, planteó la necesidad de fortalecer la regulación de productos que se anuncian y comercializan como suplementos que aportan a la dieta diaria, con un efecto preventivo, terapéutico y de rehabilitación, pues “es un problema que ha rebasado a muchos países, incluido México”.
Dijo que “si tiene efecto terapéutico, es un medicamento y debe pasar una evaluación más estricta”. Añadió que los consumidores creen que ese tipo de productos les puede curar al 100 por ciento de enfermedades crónico-degenerativas, como la diabetes, y dejan de atenderse correctamente.
Además, dijo, se debe fortalecer la normatividad y la regulación, hacerla más dinámica y acorde a las evidencias científicas.
El investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) Andrés Navarrete Castro, afirmó que el país tiene toda la infraestructura tecnológica, científica y de producción para fabricar medicamentos a partir de plantas medicinales como la mariguana. Cuestionó por qué permitir su importación, cuando aquí hay todo para hacerlos y tener el control de calidad.
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