Por: Mugs Redacción
Aficionada de niña a las telenovelas mexicanas, la argentina Laura Vignatti no podía imaginar, desde aquel pueblo marginado donde vivía en su natal Argentina, que aquellos actores a los que un día admiró frente a un televisor, con el tiempo se convertirían en compañeros de trabajo con los que compartiría el éxito, como los que ahora la rodean en “Sueño de amor”, la telenovela que produce Juan Osorio, y en la que interpretará a Anastasia.
La suya es una historia de superación, pero también de mucho carácter, de mucha terquedad y, sobre todo, de una convicción absoluta, la de no querer quedarse estancada, de siempre ir por sus sueños y luchar por alcanzarlos “por más piedras que se le pongan en el camino”.
Una historia de búsqueda, la de su propia identidad, su camino en la vida, que ha estado marcado por la itinerancia, de su pueblo perdido a Bilbao, luego a Madrid y desde hace unos años a México, país que hoy quiere ver como destino final, porque México está lleno de oportunidades y la hace sentir de nuevo ella, ha vuelto a sonreír y cómo no, si es un país que le ha abierto las puertas y le ha ofrecido la oportunidad de ir alcanzando sus metas.
Lo difícil fue el primer paso, confiesa, cuando decidió dejar su casa, su familia y su vida para andar su propio camino. Desde hacía tiempo trabajaba y estudiaba, así que hacerlo en Bilbao no fue nuevo, comenzó a estudiar diseño de modas mientras trabajaba como camarera, pero el “gusanito” de la actuación la tentó y quiso probar suerte.
Hizo un seminario en Madrid en la escuela de un argentino y quedó prendada, se dio cuenta de que la actuación podía ser algo más que una aspiración, una carrera real y decidió intentarlo.
A las dos semanas, recuerda, se mudó a Madrid y probó en otra escuela, también de una argentina, donde estudió y trabajó en producciones teatrales.
“Fue una época de mucho aprendizaje, siento que aprendí mucho y maduré”, recuerda la joven actriz, quien nunca se conforma, pero sabe disfrutar de los buenos momentos y los golpes de suerte que le han ido abriendo las puertas a sus talentos.
Pasó tiempo y aunque nunca aspiró a cosas como convertirse en una chica Almodóvar, sentía que de nuevo se estaba estancando, esta vez debido al sistema español y a la crisis en ese país, donde encontrar trabajo como actor simplemente era imposible.
Fue cuando pensó que debía hacer algo con su vida, cuando se planteó la disyuntiva de volver a su pueblo derrotada, pero de pronto la conversación con un amigo la hizo pensar en México, lo pensó casi un año y una mañana decidió intentarlo, dejar de nuevo todo atrás, cruzar el Atlántico y mirar adelante.
La suerte la acompañó en esta travesía, en poco más de un mes arregló su situación legal, la llamaron de Televisa para hacer un capítulo en una producción de Salvador Mejía, y comenzó el sueño, el de por fin estar en donde quiere, en donde puede desarrollarse y dar lo mejor de sí.
A partir de entonces comenzó a tener participaciones en otras producciones, en video homes y en unitarios como en “Como dice el dicho”, y aunque su carácter desesperado la han hecho pensar por momentos que va a paso lento, ahora está ante una buena oportunidad, como parte del elenco de “Sueño de amor”, una producción que promete ser un parteaguas en la televisión mexicana.
Su familia la apoya siempre; se emociona con sus pasos y está pendiente de cada nueva participación, pero Laura no se siente importante por ello, porque, a un mes de que iniciaran las grabaciones de la telenovela que protagonizan Betty Monroe y Christian de la Fuente, no acaba de creer que ella esté subida en ese barco.
De pronto extraña a su familia, pero sabe que no quiere volver a su pueblo que, de tan pequeño no hay cines ni centros comerciales; donde la calle es de tierra.
Lo que desea, asegura, es consolidar la carrera que tanto trabajo le ha costado; realizarse en el trabajo que goza y que le permite vivir cada día diferente, como su personaje de Anastasia que, adelanta, es muy bonito porque es una chava que no se rinde, que se tropieza y se levanta para conseguir lo que quiere.
En la historia, comenta, aparece como la novia de Luca con quien mantiene una relación muy estable, tanto que acaba por llevarla a buscar nuevas emociones. Terminan su relación, pero más adelante, cuando la madre de Luca le pide que lo reconquiste, se da cuenta de que si lo ama.
“Es un personaje muy padre porque todo el tiempo le ocurren cosas, siempre hay algo detonante”, comenta la actriz, quien está segura de que es un trabajo en el que habrá de crecer.
“Es un gran paso, estoy muy contenta y agradecida, y todo el mundo me lo nota, así que estoy trabajando con todo para hacerlo bien, era lo que quería y de aquí en adelante”, añade Vignatti quien hoy sabe que con trabajo y pasión tarde o temprano los sueños se cumplen y se perfila para triunfar y convertir esta participación en su propio “Sueño de amor” a su profesión.
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