Por: Redacción/
La presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Laura Angélica Rojas Hernández, se comprometió a hacer las gestiones ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación y el Instituto Nacional Electoral, con el fin de extender el plazo para que las reformas en materia de violencia política sean válidas para las siguientes elecciones locales.
Al inaugurar el foro virtual “Legislando por la Igualdad, reformas en materia de violencia política contra las mujeres”, subrayó que sería importante lograr algún acuerdo para extender de manera formal ese plazo (que concluye el próximo 30 de mayo) ante la imposibilidad de sesionar de muchos congresos estatales.
“Para la elección federal no tendremos problema, pero para las locales sí es importante que pudiéramos hacer esa gestión. Hay que acompañar, impulsar y animar a los congresos de los estados para que lleven a cabo la armonización correspondiente”, indicó.
Las mujeres que ocupan cargos públicos, expuestas a las violencias
La diputada Laura Rojas manifestó que al mismo tiempo que las mujeres ocupan más cargos y más altos, también están expuestas a tipos de violencias que antes no padecían, por eso la importancia de esta reforma histórica.
Lamentó que esa violencia es una realidad que sigue existiendo en nuestra sociedad y está muy arraigada. “Desafortunadamente estamos lejos de lograr el objetivo y eso exige un constante compromiso de todas y todos de seguir construyendo una sociedad realmente igualitaria. Hay que seguir cerrando filas en torno a esto que nos une a todas”.
Estimó que la reforma es resultado de la lucha de generaciones de mujeres que han hecho que, por primera vez en la historia, en el Congreso federal las mujeres estén representadas, prácticamente a la par que los hombres. Lo que sigue, dijo, es trabajar para que así sea en todos los demás ámbitos de poder y las decisiones públicas del país.
“Hemos demostrado la capacidad de trabajar en equipo por cosas en las que todas creemos y reafirmamos ese compromiso. No hay que olvidar que la violencia política en contra las mujeres es una más de las muchas agresiones que sufrimos y se enmarca en un contexto general de violencias en contra de las mujeres y las niñas, en lo que tenemos todavía mucho que avanzar”.
Reconoció a todas y todos los legisladores hicieron posible la reforma tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado, porque “es un ejemplo más de cómo en la historia de este país, las mujeres de todos los colores, de todos los partidos, podemos construir, poner por encima de las diferencias las coincidencias y avanzar en esta lucha de igualdad entre mujeres y hombres”.
Se atendieron las recomendaciones de la CEDAW
La diputada Laura Rojas destacó que ONU Mujeres dijo que con estas reformas, el Estado atendió una de las recomendaciones que la CEDAW emitió para México, en julio de 2014, donde exhortó a armonizar la legislación para reconocer como delito la violencia política contra las mujeres, y establecer responsabilidades claras en materia de prevención, apoyo, enjuiciamiento y sanción para las autoridades federales, estatales y municipales.
EL organismo internacional consideró que por primera vez a nivel federal, la violencia contra las mujeres en la política quedó claramente definida y regulada, lo cual no sólo permite contar con un marco jurídico que la prevea, sino con competencias claras para las autoridades en los distintos órdenes de gobierno para su prevención, atención, sanción y reparación.
ONU Mujeres también señaló que las reformas son fundamentales para que las mujeres mexicanas puedan ejercer sus derechos políticos y electorales en condiciones de paridad y libres de violencia, y que fue resultado del compromiso y la lucha constante de legisladoras y legisladores, magistradas, magistrados, autoridades electores administrativas, mujeres políticas, organizaciones de la sociedad civil nacionales e internacionales, movimientos de mujeres, del Observatorio de Participación Política de las Mujeres, organismos internacionales y académicos.
Al respecto, la diputada Laura Rojas mencionó que “detrás de esas palabras hay historias de muchas compañeras o de nosotras mismas, que cuando competimos por algún cargo de dirigencia, una candidatura e, incluso, ya siendo candidatas, sufrimos de que nos tachen de que no vamos a poder, a pesar de que tenemos 10, 20 o 30 años como políticas o una carrera universitaria, maestrías”.
“A los compañeros no se les cuestiona jamás su nivel de escolaridad, los años de militancia o los cargos por los que ha pasado; entonces, nos cuesta muchísimo llegar y una vez que llegamos todavía tenemos que demostrar dos o tres veces que sí podemos conducir una sesión de comisión, una sesión del Pleno”, enfatizó.
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