Por: Redacción/

Las perspectivas económicas para este año en México no son optimistas debido sobre todo a la incertidumbre generada ante la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América de Norte (TLCAN), así como por la reducción del efecto multiplicador del crecimiento estadounidense hacia México, afirmó el doctor Abelardo Mariña Flores, profesor-investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

El académico del Departamento de Economía señaló que desde la firma de dicho acuerdo, el país ha dependido fuertemente –y en su escaso desarrollo– de las exportaciones a Estados Unidos, lo que ha resultado en la progresiva debilidad del mercado interno durante todos estos años.

El empeño del jefe de la Casa Blanca, Donald Trump, en renegociar el Tratado “ha llevado a la economía nacional a una situación muy complicada”, porque Washington quiere disminuir el déficit del comercio exterior con México, lo que representa “un gran problema, porque el escaso crecimiento de los años recientes está asociado al superávit” en su relación con el país vecino.

Al margen del resultado de las conversaciones hay “un riesgo muy claro que está afectando las expectativas de todos los agentes de nuestra economía”, que ha caído en un círculo vicioso debido a que el mercado interno no funciona como motor económico, lo que se traduce en una producción poco dinámica y mínima inversión en los sectores asociados al ámbito financiero.

“Y cuando se da un proceso devaluatorio como el que hemos estado viviendo, se generan presiones inflacionarias” y en el tipo de cambio que redundan en la depreciación del peso.

Mariña Flores explicó que mucha de la producción interna proviene de las importaciones “y cuando hay devaluación las presiones nos están mordiendo el poder de compra a todos los mexicanos”, en un círculo vicioso en el que la economía se encuentra desde hace más de tres décadas.

Al referirse a los aumentos en el precio de la gasolina y las tortillas y la postura de la Secretaría de Economía, el investigador de la Unidad Azcapotzalco sostuvo que con la reforma energética “nos han estado engañando” porque se supone que el combustible se iba a alinear a los precios internacionales y cuando hay devaluación éstos se incrementan, sin embargo cuando ha habido fortalecimiento del peso mexicano no hay disminución del costo.

El incremento del precio de la tortilla no está fundamentado y la cantaleta de subirlo es de cada año, mientras la Secretaría de Economía es capaz de decir que no se justifica un aumento, pero los costos terminan aumentándose, tal como ocurrió hace dos años con otro producto básico como el huevo.

Resulta evidente que “estamos en un modelo en el que el gobierno ha renunciado a la política económica como mecanismo de regulación y con ello se afectan las condiciones de vida de la mayor parte de la población”.

Un elemento importante es que la economía mexicana está muy vinculada a la de Estados Unidos, pero el efecto multiplicador del crecimiento de esa nación hacia México se ha reducido, y se debe a que ellos “sí han reestructurado la economía y sí han planteado, desde finales del gobierno de Barak Obama, la necesidad de ser menos dependientes en ciertos segmentos de las importaciones del exterior”.

Un cambio en el modelo requiere del fortalecimiento del mercado interno y eso implica una política de generación de empleos y de recuperación del poder de compra muy agresivos, así como una reestructuración productiva que ponga énfasis no tanto en los elementos para la exportación sino en los básicos, pues “estamos importando granos de todo el mundo, cuando deberíamos poner atención en la producción de los satisfactores mínimos de la población”.