Por: Redacción/
México debe prepararse contra virus que transmiten infecciones en los humanos –o los agentes que las generan– mediante medidas adecuadas de higiene como las adoptadas ahora por la pandemia del coronavirus COVID-19, ya que la aplicación apropiada de éstas es clave para disminuir la curva de contagios, advirtió el doctor Jorge Castañeda Sánchez, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Desde casa “debemos efectuar acciones de precaución que deben quedarse permanentemente: el lavado de manos y la sanitización de superficies, entre otras, porque aunque vemos este tipo de patógenos como enemigo, al final de cuentas todo el grupo de microorganismos se adapta a la naturaleza”.
El investigador del Departamento de Sistemas Biológicos de la Unidad Xochimilco calificó de correctas las disposiciones del gobierno federal –reforzadas al haber suspendido las actividades en la administración estatal– pero “debemos permear más en la sociedad para que nos ayude, a partir de una higiene correcta, a aminorar” la propagación.
La idea es evitar la expansión masiva del virus, pues ya “estamos en la Fase Dos –que significa transmisión comunitaria– y lo que se intenta es reducir el número de casos” con la acción colectiva de apoyo a familiares, compañeros de trabajo, amigos e inclusive a desconocidos, debido a que todavía hay gran número de personas incrédulas sobre el problema sanitario que recorre todo el planeta.
La gente no debe entrar en pánico, pero tampoco tomar esto a la ligera, por lo que debe ser precavida, toda vez que el COVID-19 –detectado a finales de noviembre y principios de diciembre de 2019– es “desconocido, a pesar de que el SARS o el MERS, también causados por coronavirus, son sus antecedentes”.
El coordinador del Doctorado de Ciencias Biológicas y de la Salud precisó que al margen del posicionamiento político, la religión que se profese o el trabajo que se desarrolle existen protocolos establecidos para situaciones de pandemia que deben ser aplicados.
México ha seguido los lineamientos internacionales, con “la idea de no esperar hasta que ocurriera una gran cantidad de muertos para hacer cosas”, ya que el sistema inmunológico, sobre todo en los jóvenes, “contenderá con el virus, pero hay sectores de riesgo que requieren cuidado: nuestros padres o abuelos”.
Esto implica “ser socialmente responsables y, si alguien tiene la sintomatología: tos seca, fiebre, malestar general y dificultad para respirar, que se quede en casa y esté pendiente de su evolución; si hubiera complicaciones debe llamar o enviar mensaje al teléfono de salud para que le practiquen la prueba a fin de confirmar o descartar el contagio”, subrayó el académico de la UAM.
Un escenario posible si no se siguen las disposiciones sanitarias de prevención es el colapso de los sistemas de salud, pues contrario a los países industrializados, donde se han invertido recursos económicos suficientes en la creación y mantenimiento de nosocomios, insumos médicos y capacitación de personal, “nuestro país no posee la infraestructura hospitalaria”.
El doctor Castañeda Sánchez señaló que el “COVID-19 nos debe dejar enseñanzas a todos –desde la casa y en los niveles individual y colectivo, además de al gobierno– para invertir más en fortalecer el rubro de la salud, lo que significará contar con una red de hospitales capaces de afrontar una pandemia”.
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