Por: Redacción/
El acceso a la información, la libertad de expresión y la recepción de contenidos por parte de los medios de comunicación constituyen derechos humanos que todas las instituciones públicas están en la responsabilidad de respetar y promover, sostuvo la licenciada Hilda Saray Gómez González, defensora de las audiencias de UAM Radio 94.1 FM.
En tal contexto, la figura del ombudsman resulta muy importante, porque más allá de la persona que desempeñe esa función, cada instancia es responsable de tender puentes con el auditorio y verificar que en las transmisiones no se falten esas garantías, por ejemplo, en temas sobre no discriminación, el interés fundamental de la niñez y la promoción de la educación y los valores relacionados con una vida democrática, en paz y colaborativa.
La defensoría observa también que la programación radiofónica considere el seguimiento a los intereses educativos, culturales y de construcción social de toda la población, así como una perspectiva de género, no sólo en lo que se refiere a las mujeres, sino también a la construcción de las masculinidades.
“Esto no significa que todos los espacios y emisiones deban abordar estos asuntos, pero sí que en su diseño, planeación y realización tomen en cuenta estos contenidos”, puntualizó la gestora cultural, locutora, comentarista, conductora y guionista de radio.
Como defensoría “nos damos cuenta de que lo anterior se cumple con el discurso y la escucha misma de los programas, porque constatamos que hay un lenguaje –en el caso de violencia de género, por ejemplo– incluyente, no misógino y se toma en cuenta la participación de las mujeres en el arte, la ciencia, la investigación y la academia, en los que siempre están presentes como co-creadoras en todos estos ámbitos.
También se observa con producciones que tienen la idea de orientar a niñas y niños en cuestiones relacionadas con el interés por los otros, con el medio ambiente y la sostenibilidad, entre otros temas, dijo la también ex directora de Producción y Planeación de Radio Educación.
Una segunda parte de verificación la constituyen las quejas ante la estación respecto de lo que se escucha. En el caso de UAM Radio 94.1 FM se ha establecido que los canales para la presentación de las mismas sea el correo electrónico y la página Web de la emisora, que tiene la responsabilidad de conversar sobre las disconformidades y revisar los casos.
UAM Radio 94.1 FM no ha recibido hasta ahora queja alguna por sus transmisiones y esto es un indicador de que “nuestras audiencias están contentas e interesadas en los contenidos”, lo que significa que a lo largo de sus primeros años se ha realizado un trabajo consistente, amplio y muy serio respecto de la propuesta que hace una emisora universitaria, comentó Gómez González.
Las audiencias tienen derecho a un servicio de calidad en términos técnicos a lo largo de las 24 horas del día, por lo que también es necesario verificar que los niveles están calibrados y son los mismos en toda la transmisión.
La defensoría “no es de ninguna manera” una instancia que vigile dónde está el error, sino que busca el diálogo para tender puentes con las audiencias, difundiendo, promoviendo y fortaleciendo sus derechos.
Desde sus inicios hace ocho años, UAM Radio 94.1 FM abrió un espacio inédito como radiodifusora, pues en la Ciudad de México “no habíamos tenido –después de Radio UNAM– una estación pública de una universidad tan importante como la Casa abierta al tiempo”.
La radiodifusora de la UAM “vino a instalarse como una opción muy relevante en la capital, porque conociendo su historia técnica y desarrollo se hizo todo un proceso de carácter tecnológico que permitió que tuviera una existencia en el panorama de la ciudad en materia de radio”.
En este tiempo ha marcado su propio perfil, además de que el modelo de colaboración en todas las unidades universitarias es muy bueno; su propuesta musical es de vanguardia, plural y abierta, y su mirada respecto de los y las jóvenes es también muy abierta; “creo que es una emisora a la altura de la UAM”.
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