Por: Redacción/
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados alertó hoy sobre la violencia física y mental sufrida por los miles de Rohingyas que han debido huir de Myanmar a Bangladesh y advirtió que las condiciones en que se encuentran puede conducir a un desastre sanitario.
En una conferencia de prensa en Ginebra, Filippo Grandi dijo que, tras visitar los campamentos improvisados de refugiados en Bangladesh, pudo ver que lo más urgente es sacar a la gente del lodo y la desesperación y ubicarla en donde pueda recibir asistencia.
Agregó sentirse consternado ante la gravedad de las necesidades y el trauma que padecen esas personas.
“Hablé con varias mujeres que fueron violadas o que fueron heridas porque se resistieron. Y ellas son sobrevivientes porque a otras las mataron. Hablé con muchos niños que parecen carecer de emociones debido al trauma. Me contaron cómo sus padres, familiares o amigos fueron asesinados frente a ellos”, apuntó.
Grandi insistió sobre el riesgo sanitario al que están expuestos los refugiados dadas las terribles condiciones de higiene y saneamiento en que viven y que pueden propagar fácilmente cualquier enfermedad.
En este sentido, consideró que harán falta fondos para ayudar a esas personas y anunció que pronto se hará un llamamiento a los donantes.
Explicó que no se prevé una solución en el corto plazo, por lo que los refugiados precisarán asistencia continua de los organismos internacionales.
Por otra parte, instó al gobierno birmano a encontrar soluciones a la crisis y agradeció a Bangladesh haber mantenido abiertas sus fronteras, por donde han entrado al país más de 450.000 Rohingyas en el último mes.
Con la reciente llegada masiva de Rohingyas, se estima que los integrantes de esa comunidad musulmana en Bangladesh suman 800.000, muchos de los cuales han vivido en el país por décadas.
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