Por: Charlie/
Es contradictorio, hoy que se celebra el Día para la Cero Discriminación, que en tiempos donde la defensoría de los derechos humanos se dice es ‘prioridad’, el gobierno de México no haya puesto atención ante las demandas de salud que están exigiendo los ciudadanos. Hoy que se celebra el día cero de la discriminación, se discrimina a los pacientes de VIH y SIDA por la ausencia de sus medicamentos.
“Para estar muy enfermos, tienen bastante vigor”, fue lo que escribió Nacho Rodríguez, mejor conocido como “El Chapucero”y ferviente defensor de las políticas del presidente, ante las protestas que se realizaron el pasado 21 de febrero en las instalaciones del IMSS por el desabasto de antirretrovirales para portadores de VIH.
Tal parece que nuestro país no está cumpliendo con los objetivos trazados para el 2020 por ONUSIDA, que justamente el primero es el siguiente: “Que el 90% de las personas que vivan con VIH conozcan su estado y que reciban tratamiento, además que el 90% de las personas que padezcan esta enfermedad hayan suprimido la carga viral”.
Claramente no se está avanzando en lo anterior. Irónicamente el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell dijo durante la conferencia de prensa matutina el 25 de febrero que “México cuenta con el mejor esquema de tratamiento de América Latina” para el Virus de Inmunodeficiencia Humana.
Este retraso viene desde el año pasado, desde noviembre se ha denunciado en varias entidades del país que las recetas no se estaban surtiendo. ¿Y aún con estos hechos personas como Nacho Rodríguez se atreven a criticar a los manifestantes? Es verdad, la violencia y agresión no arreglan nada pero ¿desde cuándo lo estaban exigiendo?
No vamos a minorizar la fecha de hoy, hace siete años la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 1 de marzo como el Día para la Cero Discriminación, ya que todos los individuos nacemos libres e iguales y merecemos un trato digno. Sin embargo, debemos prestar mayor atención a los grupos más vulnerables.
De acuerdo con la ONUSIDA se pretende que en 2030 la epidemia de SIDA por fin termine y no represente una amenaza para la salud pública. Habrá que decirle al presidente que las acciones de las instituciones de salud indican que por lo menos México no va en ese camino, no con este tipo de situaciones.
Tampoco con comentarios sin sentido de personas que llaman a los portadores como “promiscuos”, “sidosos” y que no saben que el SIDA y VIH no sólo se transmiten por mantener relaciones sexuales ni mucho menos que sólo les sucede a los homosexuales. ¿Hoy es para celebrar?
La #cerodiscriminación aún nos queda lejos. Ni instituciones, ni representantes, ni políticos, ni el presidente pueden proclamarse a favor de la No Discriminación si desde su escritorio están negando la salud.
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