Por: Charlie/
Salir del clóset no es fácil, mucho menos para los famosos, quienes arriesgan su popularidad y carrera. Esta situación no debe tomarse a la ligera, sobre todo cuando en ella viene incluida una declaración por presunto acoso sexual a un menor de edad. Así es, hablamos de Kevin Spacey, el actor que ha quedado expuesto no sólo por ser gay, sino por haber querido mantener relaciones sexuales con un adolescente (en ese entonces).
En esta semana Spacey ha sido el centro de atención en Hollywood, después de que fue acusado por Anthony Rapp de acoso sexual.
Según las declaraciones del actor de Star Trek: Discovery, los hechos sucedieron en el año de 1986 cuando éste tenía apenas 14 años. Había asistido a una fiesta que se llevó a cabo en el departamento de Kevin, esto con el fin de celebrar el éxito de la obra de teatro en la que ambos participaban. El joven adolescente decidió entrar a la habitación de Spacey a ver la televisión; pasada la medianoche entró el protagonista de House of Cards en estado de ebriedad, tumbándose sobre Anthony para tener un contacto sexual.
Inmediatamente, Kevin Spacey lanzó un comunicado en el que indicaba que lamentaba escuchar la historia de Anthony Rapp, mantiene admiración hacia él como actor pero no recordaba en absoluto lo que éste había contado al portal BuzzFeed News. Ah, y que en su vida ha mantenido relaciones tanto con hombres y mujeres pero que en este momento ELEGÍA VIVIR COMO GAY.
Seguramente el actor esperaba el respaldo de la comunidad LGBT. Es cierto que a cualquier actor, actriz, cantante, escritor, artista se le apoya en su salida del clóset, pero ¿en serio creía que ser gay lo salvaría de la grave declaración que hicieron sobre acoso? Una cortina de humo para desviar la atención del delito, así lo describieron en las redes sociales.
Por si fuera poco, el día miércoles otro hombre denunció que Spacey lo invitó a pasar un fin de semana en Nueva York en la década de 1980. El joven Jhon aceptó el encuentro, pero al momento de ir a la cama, Spacey le dijo que la compartieran, el chico no aceptó y se durmió en el sillón. Al despertar, se encontró a Kevin a su lado en ropa interior y con los brazos a su alrededor.
Homosexual o heterosexual, la orientación sexual no importa, el acoso es un delito que debe aclararse, investigarse y sancionarse. Seguramente hubiéramos recibido muy bien la noticia de que Spacey es gay, sería un famoso más que portaría con orgullo la bandera de colores y contaría con el completo apoyo de sus fans y la comunidad LGBT. Qué catastrófica aceptación de su orientación mediante una grave acusación.
Ahora bien ¿de verdad es homosexual? O solamente fue una táctica para evitar ser juzgado por el acoso sexual. Me queda claro que el hombre siente deseos y atracción por otros varones, de eso no hay duda, pero ¿completamente gay? ¿Y si sólo lo dijo para zafarse del problema en que lo metieron? En fin, deberá enfrentarse a las consecuencias de sus actos.
Por cierto, esto se ha relacionado con la suspensión de la afamada serie House of Cards. Aunque Netflix lanzó un comunicado en el que indicaba que ya habían decidido terminar la historia con la sexta temporada, algunos consideran que la verdadera causa del fin es por el escándalo en torno a Kevin Spacey.
Vaya que Hollywood se encuentra un tanto agitado. El acoso, desafortunadamente, se ha convertido en un tema de cotidianeidad. Posiblemente nadie imaginaría que grandes actores, directores y figuras artísticas fueran capaces de cometer tal delito, pero ya sabemos que cualquiera puede hacerlo sin importar su fama.
Aclaremos que ser homosexual no es ser violador o acosador de niños, de menores de edad o simplemente algún individuo que puede parecer más frágil. Seguramente los grupos conservadores y homofóbicos tomarán como ejemplo el caso de Spacey, y ante ello solamente debemos insistir en que la homosexualidad NO es una enfermedad ni tampoco implica ABUSAR de otros individuos.
Ahora sólo debemos esperar las declaraciones que haga el intérprete de Frank Underwood y por supuesto saber cuál será la sanción, pues por el momento no ha recibido ningún castigo. Además, la comunicad lésbico-gay en lo absoluto lo ha respaldado ni apoyado; es evidente su rechazo.
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