• Llama a profesores y directivos a ser empáticos ante las situaciones adversas que enfrenta la comunidad universitaria.

Por: Redacción/

El rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Enrique Graue Wiechers, destacó los avances alcanzados por la institución a lo largo de la pandemia. “Han sido el resultado de un esfuerzo conjunto a lo largo de ocho meses, donde hubo una reconversión rápida para poder trabajar a la distancia”.

Ha sido tiempo de grandes esfuerzos por parte de profesores y de estudiantes para conseguirlo; esa adaptación no sólo se dio en el ámbito de la docencia, también en la investigación, la cual rápidamente se transformó en interdisciplinaria, forma en la cual los investigadores colaboran en distintas áreas, como ocurrió con el desarrollo del respirador automático, el cual surgió del Instituto de Ciencias Nucleares.

De igual modo, la cultura en línea incrementó notablemente su presencia en el ámbito nacional y mundial, al pasar de dos y medio millones de visitantes a sus recintos y asistentes a las actividades culturales presenciales que se registraban al año; en lo que va de 2020 se contabilizan 12 millones, destacó hoy el rector en entrevista radiofónica.

La labor de todas las áreas ha sido verdaderamente admirable “y yo estoy muy agradecido con todo el grupo de trabajo directo de la Rectoría, con los directores, con los profesores y, por supuesto, con los alumnos”, afirmó.

En cuanto a la cuestión anímica, en especial de los alumnos, el rector Graue explicó que, de igual modo, se han abierto canales para quienes requieran apoyo psicológico.

Dijo que en la medida en la que el semáforo epidemiológico cambie a amarillo se comenzará a permitir el ingreso controlado y con medidas sanitarias de grupos reducidos a las instalaciones universitarias; por ejemplo, quienes realizan prácticas en laboratorios, así como de los alumnos de primer ingreso, quienes penosamente están ante una Universidad que no es la que imaginaron. Las puertas de la UNAM se tendrán que abrir gradualmente, cuando las condiciones lo permitan, puntualizó.

Graue Wiechers recalcó que ha pedido a directores de escuelas y facultades que, a través de sus consejos técnicos, implementen las medidas necesarias para ser empáticos a las diversas situaciones que enfrenta actualmente la comunidad universitaria. “Hay quien tiene que estar al cuidado de alguien más; hay quien tiene que compartir la computadora con más personas, hay quien no tiene computadora”.

En este sentido recordó la apertura de Centros de Acceso a una computadora con conectividad, los cuales hasta el momento suman cinco, para que los estudiantes continúen sus estudios; además, en esta semana se comenzarán a repartir, en préstamo, tabletas con conectividad.

El regreso a las actividades presenciales, consideró el rector, no podrá ser igual porque, por ejemplo, la mayoría de nuestros profesores ya son diestros en el manejo de las tecnologías de la información y esto abre un complemento educativo notable, lo cual permitirá mayor flexibilidad entre el sistema presencial y el sistema a distancia.

“Estoy seguro que va a disminuir el rezago escolar al poder llevar materias en línea simultáneamente. Todas esas oportunidades tenemos que plasmarlas en los meses por venir”, acotó el rector.

Al referirse a la Red de Macro Universidades de América Latina y el Caribe, de la cual fue elegido presidente hace unos días, explicó que se trata de la unión de 31 grandes universidades públicas, varias de ellas autónomas, de las naciones latinoamericanas.

La Red busca fortalecer contactos y colaboraciones, es así que en estos últimos meses de la pandemia la cooperación se ha intensificado en toda la región. “Con Buenos Aires, estamos trabajando la vacuna, no solamente a nivel de empresa sino académico; con Perú, hubo una asesoría importante para que allá se pudieran hacer mascarillas con la experiencia existente”.

Las universidades latinoamericanas estamos trabajando de la mano y deberemos pensar en lo que se debe seguir haciendo y cómo se va a hacer, sobre todo lo referente al proyecto educativo, concluyó Enrique Graue.