Por: Redacción/
La Torre de Rectoría y la Biblioteca Central de la UNAM se iluminaron de color naranja en conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, uniéndose a edificios y monumentos emblemáticos de varias partes del mundo para promover un futuro sin violencia
Antes del encendido, Karla Ramírez Pulido, coordinadora de la Comisión de Equidad y profesora de la Facultad de Ciencias (FC), destacó que el color naranja simboliza la no violencia, como un representativo de todo lo bueno que puede haber en la sociedad.
“Es un mensaje de que la Universidad está a favor de la equidad, la igualdad y la no violencia; aquí estamos comprometidos académicos, estudiantes y personal administrativo para generar un ambiente de paz y respeto, donde fluyan las ideas sin que haya violencia”, dijo.
El hecho de que la Universidad se “pinte” de este color significa que “entre todos podemos hacer una mejor comunidad si estamos unidos y tenemos respeto. Podemos no estar de acuerdo en muchas cosas, pero generar el diálogo para llegar a un consenso para vivir libre de violencia. El naranja es una forma de identificarnos como promotores de la paz”.
A su vez, Amalia Fernández, responsable de la Oficina de Asuntos de Género y Equidad de la Facultad de Química, recordó que en México cada día nueve mujeres son asesinadas por cuestiones de género.
“Se ha normalizado la violencia, todavía hay mucha gente que piensa que debe haber golpes. La violencia está en todos lados, y ante esta ‘normalización’ mucha gente no ha reaccionado, pero las universitarias y las jóvenes de este país están hablando y lo están haciendo fuerte para hacerse escuchar”, enfatizó.
En México estamos frente a un cambio de paradigma, donde las mujeres se hacen escuchar cada vez más para que se respeten sus derechos.
“Debe ser una cruzada nacional, vivimos en un estado de riesgo continuo; las mujeres lo sabemos, tendría que sumarse el gobierno, todas las instituciones educativas, la familia, la escuela. Debemos estar en esta cruzada, ¿por qué vivir en estas condiciones?”, cuestionó.
Cintia Elizabeth González Ordaz, del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG), comentó que aún con estudios universitarios las mujeres siguen sufriendo violencia, no sólo en casa, sino en la escuela y en la calle.
“Iluminar la torre de Rectoría permite visibilizar el tema, es uno de los compromisos del rector”.
Finalmente, recordó que la Universidad cuenta con mecanismos a los que se puede recurrir para levantar un acta de hechos, “y no sólo decirlo en Facebook, pues lo mejor es acercarse a la unidad que tiene la UNAM para seguir con el protocolo contra la violencia de género”.
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