Por: Redacción/
Mediante la geo referenciación de datos, investigadores de la UNAM han detectado patrones de ocurrencia temporal y espacial de los alrededor de 400 mil accidentes de tránsito que se registran en México.
En 2013 fallecieron por esa causa 15 mil 856 personas, de las cuales casi la mitad eran peatones. Otras 142 mil 626 resultaron lesionadas, y de ellas, 31 mil 320 se reportaron como graves. De éstas, muchas permanecen con discapacidad el resto de su vida.
Ante esa problemática, la UNAM, a través del Instituto de Geografía (IGg), realizó un estudio con bases estadísticas amplias que ha permitido identificar los sitios en donde se genera la mayoría de esos siniestros, y algunos que deben ser prioritarios para la prevención.
Así, los científicos han detectado que Nuevo León, Jalisco y Chihuahua concentran 38.8 por ciento de los accidentes. Le sigue otro grupo de siete entidades, entre las que está la Ciudad de México –en el séptimo lugar–, con el 30.8 por ciento. Esos estados representan casi el 70 por ciento del total, e identificarlos permite realizar planes preventivos y territoriales, consideraron los académicos universitarios.
Con datos de 1990 a 2012, se clasificó la peligrosidad vial a escala estatal y se observó la existencia de un grupo prioritario para atención, ya que concentra el mayor número de fallecidos, heridos y costos materiales. Entre las entidades más peligrosas también se incluye al Estado de México y Sonora, explicó Luis Chías Becerril, de la Unidad de Geotecnologías en Infraestructura, Transporte y Sustentabilidad del IGg.
El estudio, presentado en la conferencia de medios “¿Quién tiene prioridad, el auto o el peatón?”, realizada con motivo del Día Internacional del Peatón, que se conmemora el 17 de agosto, mostró que 87 por ciento de los accidentes de tránsito en zonas urbanas se concentra en 160 municipios, mismos que se podrían prevenir casi al 90 por ciento”.
Es posible atender primero a los que concentran los mayores porcentajes, e incluir al resto en un programa de largo plazo, porque es un problema disperso, reconoció el experto.
Los universitarios también identificaron los 142 municipios que agrupan 85 por ciento de los atropellados, que deben ser atendidos de manera urgente.
En contraste, las entidades con menor tasa de accidentes son Aguascalientes, Tabasco, Durango, San Luis Potosí y Quintana Roo, enumeró el integrante del IGg, Héctor Reséndiz López.
El estudio se hizo también para la Ciudad de México, con datos de la Secretaría de Seguridad Pública que van de enero de 2010 a abril de 2013, y del INEGI, de los últimos 23 años. Se encontró que las delegaciones con la mayor cantidad de accidentes de tránsito son Cuauhtémoc, Iztapalapa y Gustavo A. Madero, en donde la tendencia es creciente.
Demarcaciones que se han estabilizado son Miguel Hidalgo, Benito Juárez, Coyoacán, Venustiano Carranza, Álvaro Obregón, Tlalpan, Azcapotzalco e Iztacalco, y unas más en donde han disminuido son Cuajimalpa, Magdalena Contreras, Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta.
En un periodo de tres años se registraron 30 mil 953 accidentes y ocho mil 318 accidentes de peatones. Por cada 10 accidentes, prácticamente tres son atropellamientos.
Los universitarios observaron que 30 por ciento de los atropellamientos y 53 por ciento de las muertes en el sitio ocurren de las cinco a las 12 horas. La mayor cantidad de atropellados ocurre por la tarde, de 12 a 19 horas, pero con una menor severidad y con menor número de muertes.
Se descubrió, mencionó Reséndiz, que 43 por ciento de los atropellamientos ocurre en vías secundarias, y 59 por ciento en las primarias. Es decir, existe un patrón de alta concentración en vías principales, que representan sólo cuatro por ciento de la red vial de la urbe.
En la Ciudad de México, 22 por ciento de las muertes ocurrió los viernes, y se identificaron dos corredores viales que concentran la mayor cantidad de fallecimientos por atropellamiento: Avenida Insurgentes y Calzada Ignacio Zaragoza, con 12 y ocho muertos, y 335 y 94 atropellados, respectivamente.
De ese modo, se han obtenidos datos que ya se han compartido con las autoridades respectivas, que van desde la identificación de sitios de alta accidentalidad y de corredores, y la elaboración de diagramas de colisiones para detectar causas, todo con la meta de prevenir más incidentes y muertes por ese motivo.
Por último, Luis Chías resaltó que la educación es necesaria, pero no suficiente para disminuir los accidentes de tránsito. En paralelo, se requieren otras acciones, como contar con un inventario de calles y banquetas, conocer la infraestructura con que se cuenta y cómo se puede aprovechar mejor, además de tener una idea precisa de los requerimientos de los peatones (niños, adultos mayores y enfermos) para tener una buena protección de los usuarios vulnerables. “Esto debe ser un tema de agenda de política nacional”.
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