Por. Redacción/
Hoy 25 de abril es el “Día del ADN” en todo el mundo, y la UNAM lo celebra a la vanguardia en el estudio e investigación del descubrimiento científico que ha permitido explicar los secretos de la genética de los seres vivos.
La Universidad cuenta con equipos de secuenciación masiva y los investigadores de esta institución secuencian genomas completos de manera rápida y eficiente, informó en conferencia de medios Víctor Julián Valdés, investigador del Instituto de Fisiología Celular (IFC).
El ácido desoxirribonucleico (ADN) fue descrito por primera vez un día como hoy, pero de 1953, por el biólogo estadounidense James Watson y el físico británico Francis Crick, como un modelo de la estructura de doble hélice. Se describió entonces la forma del ADN en el núcleo de las células, diseño que le permite duplicarse y transferir su información.
Actualmente, la estimación del genoma humano es de 20 mil a 25 mil genes. “No hay una cifra precisa, porque hay muchos que aún no conocemos”, expuso Félix Recillas Targa, director del IFC.
Por su parte, Mayra Furlan Magaril, investigadora del mismo instituto, indicó que a partir de que se tuvo la estructura molecular del ADN y después del Proyecto del Genoma Humano, que permitió ver la secuencia continua del genoma, hay resultados sorprendentes.
“Se observó que el genoma humano está comprendido de una porción que son los genes, las regiones que codifican para una proteína. Pero una gran cantidad de estas secuencias no contienen genes, y no sabíamos cuál era su función”.
Ahora sabemos que esas secuencias regulan la transcripción de los genes y son igualmente relevantes, subrayó. De tal manera que existen muchas mutaciones que caen en estas secuencias, que no son génicas, y producen enfermedades serias, como el cáncer: estamos empezando a entender la función de esta parte del genoma que al cambiar promueve la generación de enfermedades severas.
Félix Recillas explicó lo que llamó “dogma de la biología”, es decir, la enorme relevancia de contar con la secuencia del genoma humano y conocerla. “Implica que de la información genética que está codificada en el ADN, hay una transcripción en un ARN (ácido ribonucleico) mensajero, que después es traducido en una proteína. Ése es el dogma central”.
En tanto, Furlan consideró que el parteaguas del entendimiento en este ámbito viene con el surgimiento de la secuenciación paralela masiva, que ha dado un salto en la capacidad de generar datos. “Hoy se puede tener una secuencia en días, cuando antes de esta tecnología tardaban hasta 10 años”.
El desarrollo de la secuenciación paralela masiva ha causado que ahora conozcamos los genomas de muchos organismos, podemos compararlos y entenderlos más profundamente”, añadió.
Al respecto, Víctor Julián Valdés detalló que antes se estudiaba un gen, en la actualidad se pueden estudiar todos los genes de una célula al mismo tiempo. “Podemos ver cuáles están expresando una célula cancerosa”.
El ambiente también participa en el genoma
El ambiente es otro factor que participa de manera particular, incluso en gemelos que comparten un genoma idéntico, dijo Recillas.
Por ello, en este siglo, tras la revolución genética de la segunda mitad del siglo XX, surgió la epigenética, una disciplina que cobra importancia conforme los científicos indagan en la interpretación del complejo manual de vida que es el genoma de diversas especies, en especial el humano.
La epigenética es un concepto que está literalmente “por encima” de la genética clásica, porque la envuelve y la afecta, comentó Valdés. “Además interacciona con los genes que se encienden y se apagan”, concluyó Recillas.
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