- Especialistas de la Unidad Iztapalapa diseñaron biorrefinería para el manejo de la planta en los canales de Xochimilco.
Por: Redacción/
La Casa abierta al tiempo desarrolla alternativas sustentables y de bajo costo para el manejo del lirio acuático a través de una biorrefinería que lo transforma en composta, lombricomposta, material absorbente y biogás, señaló el doctor Ernesto Favela Torres, Profesor Distinguido de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En la primera sesión del Seminario Sustentabilidad Alimentaria de la Red ECOs, resaltó que desde hace 12 años se han venido generando estrategias de aprovechamiento biotecnológico del lirio acuático, a través de bioprocesos para la producción de enzimas, monosacáridos, prebióticos, producción de composta, lombricomposta, así como nanocristales de celulosa, biogás y bioetanol.
“Lo que hicimos desde hace dos años con el apoyo de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación (SECTEI) del gobierno de la Ciudad de México y con la experiencia adquirida fue establecer una biorrefinería en una instalación que integra bioprocesos y estrategias para la transformación de biomasa en productos útiles para la sociedad”.
En la conferencia Alternativas sustentables del lirio acuático: removedor de aceites, lombricomposta, biorrefinería, el investigador del Departamento de Biotecnología de la Unidad Iztapalapa destacó la necesidad de mantener los cuerpos de agua con la menor cantidad de la planta, extraerla a una velocidad igual o mayor a la que crece y, en función de la cantidad y calidad, ofrecer estrategias factibles para su manejo sustentable.
“El lirio es originario de Sudamérica, del área del Amazonas, con presencia en más de 140 naciones y se estima que en México ocupa 75 mil hectáreas y crece con una tasa de duplicación de biomasa que puede ser de una a dos semanas, es decir, un incremento exponencial”, indicó el académico de la UAM.
En el país se puede encontrar en Guanajuato; en la presa El Batán, en Querétaro y en el río Carrizal, en Tabasco. Los problemas asociados a su abundancia son la evapotranspiración, la sedimentación e inundación, así como afectación en actividades productivas como la navegación, pesca y operación de presas y modificaciones a ecosistemas con afectaciones a la flora y fauna.
Los costos de extracción son muy altos, pues pueden ir desde cinco mil hasta 150 mil pesos por hectárea y pueden ser mayores de acuerdo con el cuerpo de agua.
En la planta LirMex III, ubicada en el Centro de Investigaciones Biológicas y Acuícolas de Cuemanco (CIBAC) de la Unidad Xochimilco de la UAM, se trabajan cuatro productos derivados del procesamiento semanal de dos toneladas de lirio: composta, lombricomposta, material absorbente y biogás.
La composta, que es un proceso microbiano de transformación de contenido orgánico para la obtención de un material estable con un elevado porcentaje de nutrientes y utilizado para el enriquecimiento, regeneración y fertilización de suelos, tiene un precio en el mercado que oscila entre uno y 15 pesos el kilogramo.
La lombricomposta es un bioproceso que utiliza la acción conjunta de microorganismos y lombrices para procesar material orgánico del que se adquiere abono rico en nutrientes y se vende de cinco a 40 pesos el kilogramo; y el material absorbente, de 20 a 80 pesos el kilogramo.
El biogás, que es la mezcla de metano y dióxido de carbono, se consigue mediante un conjunto de microorganismos y se puede emplear como fuente de energía para los secadores solares en ausencia de sol, principalmente como generador de energía eléctrica.
La doctora Rosaura Ruiz Gutiérrez, titular de la SECTEI, reconoció que es planta genera problemas por su forma de reproducción tan intensa, pero es importante que puedan proyectarse opciones que resuelvan su exceso y generar beneficios económicos y ambientales.
En la dependencia a su cargo apoyan este tipo de proyectos, pues se trata de una propuesta desde la Ciudad de México que puede ayudar a otras zonas del país, por ejemplo, en el caso del sargazo en el sureste.
“Lo importante de estas tareas es vincular a los investigadoras e investigadores con problemas de la metrópolis y que sus propuestas puedan extenderse a otras regiones de la nación”, dijo.
El doctor Sergio Revah, director de Apoyo a la Investigación de la Casa abierta al tiempo, reconoció el trabajo porque el recolectar el lirio acuático y darle un uso ayuda a mejorar los servicios ambientales, además de que es muy difícil darle el valor al producto final, por lo que resaltó el apoyo de la SECTEI al proyecto que el doctor Favela Torres viene realizando desde hace 12 años.
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