Por: Mugs Redacción
De resultar positiva la resolución de la Suprema Corte de Justicia de la Nación respecto al proyecto de sentencia del ministro Arturo Zaldívar para permitir el consumo y cultivo personal de marihuana con fines lúdicos y recreativos, jurisprudencia deberá abrir un debate más amplio sobre su posible despenalización, expresó el doctor Alfredo Nateras Dominguez, profesor-investigador del Departamento de Sociología de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
El investigador especialista en temas de identidades juveniles y uso social de drogas en espacios de divertimento, confió en que una resolución favorable en torno al amparo promovido por un grupo de ciudadanos para hacer un uso recreativo de la marihuana, quedaría como un antecedente que abriría la discusión sobre su despenalización.
El especialista, dijo que el tema tiene que ver con las garantías individuales, particularmente con el derecho de las personas a decidir si la consumen o no, y se refirió a la Encuesta Nacional de Adicciones de 2011, según la cual, del total de las drogas ilegales, la marihuana es la que más se consume (80 a 85 por ciento) y quienes más lo hacen son los jóvenes.
“Si consideramos a un joven ciudadano mayor de edad, que tiene el derecho de decidir qué consume en función, en este caso, de la posible despenalización de la marihuana” el caso sería similar al del alcohol, la droga que causa más daños sociales, y respecto al cual todas las industrias asociadas advierten sobre consumos responsables; “es la misma situación”.
El doctor Nateras Domínguez reconoció que el debate tiene lugar también a nivel político y, en ese sentido, va el pronunciamiento de Miguel Ángel Mancera, lo que resulta relevante porque también “es necesaria la voluntad política” en el contexto de una sociedad conservadora, donde casi 67 por ciento de la población no está de acuerdo con la despenalización de la marihuana para uso recreativo.
En el terreno de lo político “es necesario sensibilizar a la población sobre los beneficios, a nivel individual y colectivo, que la sociedad tendría con la despenalización”, subrayó.
Agregó que hay una falsa creencia en este pensamiento conservador en el sentido de que la sociedad mexicana no está preparada para dar este paso, “pero es el mismo discurso que sostiene que una mujer no está preparada para tener a una gobernadora o una presidenta”.
Por otra parte enfatizó que hay diferencia entre legalizar y despenalizar. Despenalizar implica que un ciudadano tiene derecho a portar determinada cantidad de la planta (en la actualidad la ley permite portar cinco gramos).
Lo que hoy se discute es que un ciudadano pueda tenerla para su autoconsumo y “que no se le confunda con narcomenudista, que es muy distinto”, lo que evitaría además el abuso por parte de los cuerpos policíacos que frecuentemente tratan a los jóvenes como si fueran delincuentes. Se trata de un derecho ciudadano de consumo con fines recreativos, señaló.
“Yo estoy de acuerdo con la despenalización como ciudadano y como académico en función de saber la parte de la criminalización y de saber que no para todos los usuarios de drogas, en este caso la marihuana, sería un problema”.
Es necesario recuperar tanto el derecho ciudadano de consumirla o no, y recobrar también el uso medicinal, una vez que se ha visto su efecto benéfico para disminuir el dolor en pacientes reumáticos y con cáncer, así como en casos de epilepsia.
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