Por: Redacción/
La Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) ha sido pionera en la creación de un programa académico sobre asuntos laborales, al haber creado, en 1989, la Maestría en Ciencias en Salud de los Trabajadores, que más tarde se convirtió en la línea de Estudios Laborales.
El doctor Juan Manuel Hernández Vázquez, coordinador de esa rama del conocimiento en el Posgrado en Estudios Sociales de la Unidad Iztapalapa, comentó en entrevista que un diagnóstico realizado por un grupo de especialistas encabezado por el doctor Enrique de la Garza Toledo, investigador del Departamento de Sociología, determinó la necesidad de que la Casa abierta al tiempo contara con un plan educativo que abordara los problemas en ese campo en México y el mundo.
En sus inicios pretendía observar la transformación productiva y las relaciones en las empresas, a partir de la reestructuración que emanó de los años 80 del siglo pasado, un proyecto que había quedado pendiente en la UAM, pero al que el posgrado aportó conocimiento nuevo.
Esta línea del saber cuenta ahora con cinco orientaciones y temáticas, una de las cuales tiene que ver con el análisis de procesos que se conectan en las relaciones laborales y la acción colectiva, en la cual entra, por ejemplo, el asunto de los sindicatos.
La segunda está relacionada con empresas, empresarios, tecnología y cambio organizacional, se trata de un ámbito que se acerca a los estudios organizacionales, pero “en nuestro caso tiene una inquietud específica por centrarse en la cultura laboral y cómo ésta se liga a la empresarial al nivel de la fábrica.
La tercera, denominada mercados de trabajo y migración, está asociada a esa vertiente de la economía y el mercado, aunque trata de rescatar la calidad laboral, la inseguridad profesional y la migración, entre otras materias, pero siempre centrada en el empleado como sujeto de análisis.
La cuarta corresponde a espacio y trabajo, la cual se enlaza a la geografía humana y mantiene el centro en los espacios y cómo los trabajadores los significan.
Historia y trabajo es la última orientación, la cual está vinculada con la disciplina histórica y se hace una revisión tratando de observar cuestiones específicas de la sociología laboral, entre ellas el control y la resistencia de los empleados. Por ejemplo, recientemente una alumna realizó una investigación de doctorado sobre los barreteros en las minas de Pachuca, centrada en temas de control y resistencia.
El doctor Hernández Vázquez comentó que históricamente de la Línea de Estudios Laborales han egresado más de 150 alumnos, a partir de que forma parte del Posgrado en Estudios Sociales, 50 de ellos han salido del doctorado.
Por lo general participan seis alumnos en el doctorado y siete u ocho en la maestría; “nuestras generaciones no son muy numerosas, debido, entre otras razones, a que “tratamos de seleccionar a los mejores estudiantes”.
Los profesores que conforman la planta académica pertenecen a los niveles dos y tres del Sistema Nacional de Investigadores, por eso el posgrado es reconocido en los ámbitos nacional e internacional, además “tenemos alumnos tanto de México como del extranjero, en particular de Argentina y Chile”.
La calidad internacional “no ha sido fácil de lograr, pero sí podemos afirmar que a nivel UAM somos el posgrado de mejor trayectoria”, la cual le ha valido el reconocimiento de competencia internacional por parte del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), lo que asegura que los alumnos cuenten con la beca de posgrado que otorga el Consejo.
La inserción laboral de los egresados ha sido excelente, pues de acuerdo con los seguimientos “sabemos que son muy solicitados incluso para participar en concursos de oposición y estancias posdoctorales en la Universidad Nacional Autónoma de México, el Colegio de México y otras instituciones reconocidas, también son contratados en el sector público y en universidades estatales.
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