Por: Redacción/
La Licenciatura en Diseño de la Unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) surgió en un momento en que el estudio de la disciplina era escaso o inexistente y no poseía una estructura clara, por lo que la institución ayudó a desarrollar investigación original y ofreció nuevas respuestas a problemáticas ciudadanas, afirmó la maestra María Teresa Ocejo Cázares.
En la mesa La experiencia pionera de la UAM en el diseño nacional y su impacto social, enmarcada en el World Design Capital 2018, la responsable del Posgrado en Diseño, Planificación y Conservación de Paisajes y Jardines afirmó que dicha opción académica de esta casa de estudios nació con el propósito de ofrecer opciones de formación profesional a los jóvenes y poco a poco estableció la pauta en el diseño.
“Incluso la Escuela de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México, a partir de nuestro surgimiento, se convirtió en Facultad”, indicó la también profesora del Departamento de Investigación y Conocimiento y fundadora de esa unidad académica.
El doctor Gerardo Kloss Fernández del Castillo, coordinador de la Maestría en Diseño Editorial de la Unidad Xochimilco, manifestó que originalmente el paradigma de esa sede se centró en la mejora de la calidad de vida y desarrollo social.
Sin embargo, con la llegada del nuevo milenio y el surgimiento del concepto de sostenibilidad, la frontera de esta dicotomía –trabajar por la sociedad o para ganar dinero– “se está borrando, porque si los proyectos no son auto sostenibles están condenados a depender del asistencialismo y el voluntarismo o a vivir en la precariedad.
“En nuestro caso, trabajar con la Cámara de la Industria Editorial ha sido un éxito porque tenemos una legitimación, pues el libro es culto pero tal vez si trabajáramos con la industria del tornillo o del zapato no tendríamos esta legitimación cultural y humanística tan poderosa, pero estamos por disolver esa dicotomía, porque no se puede seguir dependiendo sólo de apoyos estatales o de fundaciones”.
El doctor Luis Rodríguez Morales, profesor-investigador de la Unidad Cuajimalpa, sostuvo que en un principio al diseño no se le consideró como un arte ni como una ciencia exacta, sino como un campo que sintetizó la ciencia y las humanidades desde una dimensión artística, pero “en la UAM se logró consolidar la que nosotros llamamos cuarta área del conocimiento”.
“Con el paso del tiempo se ha ido solidificando y definiendo, cada vez somos más capaces de entenderlo mejor, luego de varios debates y discusiones, al tiempo que podemos explicarlo a otras personas”, comentó el profesor del Departamento de Teoría y Procesos del Diseño.
La arquitecta Concepción Vargas Sánchez, profesora-investigadora del Departamento de Métodos y Sistemas de la Unidad Xochimilco, abundó en que en la UAM el diseño no se ve como la solución a un objeto sino a una problemática compleja determinada por diversos factores.
También Jefa del Área de Investigación de Procesos Históricos y Diseño, Vargas especificó que la arquitectura ha ocupado un lugar trascendental pues analiza los cambios que ha sufrido la ciudad construida sin un plan territorial, muchas veces siguiendo intereses económicos, evolucionando en su interior espacios públicos y privados, fragmentos con cualidades propias que ahora enfrentan la inseguridad y explosión demográfica.
La mesa, moderada por el maestro Octavio Mercado González, Director de la División de Ciencias de la Comunicación y Diseño de la Unidad Cuajimalpa, se celebró en el Centro de Difusión Cultural Casa del Tiempo.
Durante el acto inaugural el maestro Francisco Mata Rosas, Coordinador General de Difusión de la Casa abierta al tiempo, informó que se llevarán a cabo 30 actividades distintas, entre conferencias, talleres, foros, mesas redondas, presentaciones de libros, así como la realización de un seminario y la revisión de portafolios por parte de especialistas invitados.
Convocó a discutir en torno a cuestionamientos y temas relacionados con la utilidad del diseño en la construcción de la vida democrática nacional, sobre el derecho al diseño de las comunidades en su entorno, así como su contribución a la recomposición del tejido social deshilvanado a causa de las dificultades de habitación, movilidad y esparcimiento debido a las malas prácticas en las políticas públicas.
Graciela Kasep, directora de Programación y Asuntos Culturales de World Design Capital Ciudad de México, explicó el origen y los objetivos del programa que inicio hace una década en la ciudad de Torino, Italia, con la finalidad de generar una reflexión pública en torno al papel del diseño en el mundo a escala urbana.
Subrayó que se ha convertido en un movimiento de ciudades que ha abierto un carácter histórico a la disciplina.
En 2015 la Ciudad de México obtuvo la designación otorgada por la World Design Organization para ser Capital Mundial de Diseño. El tema señalado para esta ocasión se centró en el Diseño Socialmente Responsable a partir de seis ejes de trabajo: habitantes, movilidad, identidad de la ciudad, medio ambiente, espacio público y economía creativa
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