Por: Redacción

Los doctores Pablo Alberto Torres Lima y Juan Guillermo Cruz Castillo, investigadores de las universidades Autónoma Metropolitana (UAM) y Autónoma Chapingo, en cada caso, obtuvieron la primera variedad de alcatraz –denominada Deja vu– generada en México, después de más de 15 años de estudios sobre el mejoramiento genético de la planta.

Con ese logro fueron merecedores este año del título Obtentor, otorgado por el Servicio Nacional de Inspección y Certificación de Semillas de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).

Los también egresados de la cuarta generación de la Licenciatura en Agronomía de la Unidad Xochimilco revelaron que el alcatraz o cala –de la familia Araceae– es originario del sur de África y cultivado desde hace mucho tiempo en la América tropical y subtropical.

Introducida en México en la época colonial, la especie puede encontrarse en bosques de pino-encino y mesófilos de montaña. Es apreciada por las inflorescencias que consisten en numerosas flores adjuntas a lo largo de un espádice o espiga envuelto por una hoja modificada que se llama espata. Ambas partes son sostenidas por un pedúnculo o tallo, conformando la flor de alcatraz.

Torres Lima y Cruz Castillo describieron que esta planta tiene alta demanda en México y en mercados internacionales, por lo que la producción puede representar ganancias adicionales para los campesinos de regiones tropicales de altura. El país ocupa el cuarto lugar mundial en superficie cultivada de ornamentales, con 23,417 hectáreas, 75 por ciento a cielo abierto y 25 por ciento en invernaderos o viveros.

Sin embargo, no es uno de los más importantes productores del orbe ni generador de variedades o cultivos decorativos. Las principales entidades en este campo son el Estado de México, con una superficie cosechada de 6,055 hectáreas; Puebla, con 4,033 hectáreas, y Morelos, con 1,494 hectáreas. En conjunto abarcan 70 por ciento del área recolectada, cuya producción es destinada básicamente al mercado local y sólo diez por ciento es exportada.

Los investigadores añadieron que Nueva Zelanda registra el mejoramiento genético de calas o alcatraces caducifolios más relevante, aunque los cultivares de Z. aethiopica –perennifolios, grupo al que pertenece Deja vu– han sido desarrollados en Holanda y Estados Unidos.

Las plantas diferentes al color blanco presentan tonalidades que resultan atractivas a los consumidores que buscan flores llamativas y cultivares vistosos. De esta manera, el registro de variedades nuevas abre posibilidades competitivas e innovadoras para los productores de alcatraz.

En México es cultivado principalmente el blanco –Zantedeschia aethiopica o criollo– a cielo abierto en zonas templadas y húmedas, por lo que la experiencia agronómica con otros es limitada. Puebla, Jalisco, Chiapas, Oaxaca, Colima, Estado de México y, en especial, la región central de Veracruz –que registra entre 1,000 y 1,500 metros de altitud– han buscado diversificar la horticultura a partir de la floricultura.

Los académicos –pertenecientes al Sistema Nacional de Investigadores, Nivel II– estiman que la especie es una opción económica para los agricultores de áreas montañosas veracruzanas que alcanzan alturas de entre 900 y 2,500 metros sobre el nivel del mar.

La variedad Deja vu fue lograda en Elotepec, municipio de Huatusco, Veracruz, con una altitud de 1,860 metros, una temperatura media de 15°C y donde el mes más frío es enero, con una temperatura media de 10.2°C, y el más caluroso es mayo, con una temperatura media de 20.5°C y una precipitación anual de 2,177.7 mm., explicaron Torres Lima y Cruz Castillo.

En tales condiciones, los especialistas utilizaron plantas del cultivar Green Goddess –padre– con tonos verdes y otras con tonos rosados provenientes de semillas de Pink Mist –madre– para la cruza que dio origen a Deja Vu, seleccionado por diferenciación visual, en contraste con Green Goddess, criollo, y plántulas de Pink Mist.

Una vez identificado fue marcado para su posterior reproducción asexual por hijuelos, efectuándose la caracterización mediante las directrices para la ejecución del examen de distinción, homogeneidad y estabilidad de Zantedeschia sp emitida por la Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales.

Torres Lima, profesor del Departamento de Producción Agrícola y Animal de la Unidad Xochimilco, apuntó que dentro de las principales consideraciones agronómicas, la propagación requiere la división de rizomas o hijuelos y es recomendable llevarla a cabo después de seis meses o más del establecimiento, así como cuando exista disponibilidad adecuada de humedad en el suelo.

La cosecha se efectúa a los cinco o seis meses, dependiendo del tamaño del rizoma. Deja Vu ha logrado durar en buen estado hasta 22 días después de ser cortado. Un alcatraz –de esta misma variedad– en maceta puede producir de tres a seis escapos florales por año.

Este trabajo es parte de los procesos de desarrollo tecnológico en Agronomía y resultó de la experiencia en el mejoramiento genético del alcatraz, con la idea de contribuir al posicionamiento de México en la obtención de nuevas variedades del grupo caducifolio con colores de espata muy vistosos.