Por: Redacción/
Ante el grave problema de la alerta de género en México que cruza a las instituciones educativas y en reconocimiento a la “legítima demanda de las alumnas”, el Consejo Académico de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) aprobó hoy el Protocolo para la Prevención y Atención a la Violencia de Género (PAVIG), un instrumento valioso para atender y erradicar el fenómeno de las aulas.
Con la aprobación mayoritaria de los integrantes –académicos, administrativos y estudiantes– se reconoció la vigencia de este instrumento perfectible que puede ser modificado, ampliado, puntualizado y sometido a un proceso de evaluación continua.
Además contará con la Unidad de Género para la Prevención y Erradicación de la Violencia de Género, la Inclusión con Equidad y Respeto a las Diversidades (Unigénero), a la que se dio vida el 14 de febrero de 2020 y que contará con recursos suficientes para que esta política institucional transversal del tema de género sea posible.
La doctora Laura Raquel Valladares de la Cruz, jefa del Departamento de Antropología y una de las creadoras del PAVIG, explicó que es una instancia de apoyo que acompañará y asesorará para atender de la mejor forma todos los asuntos relacionados y la cual no juzgará ni estará por encima de la normatividad.
Otro compromiso es emprender una amplia divulgación del tema en todo el campus y en todos los sectores para lo cual –como adelantó el doctor Rodrigo Díaz Cruz, rector de esa sede universitaria– se realizará un Festival contra las Violencias de Género, del 13 al 17 de abril, en el que “haremos una difusión profunda, tanto de la Unigénero como del Protocolo, apoyados de conferencias, música y teatro”.
Valladares de la Cruz señaló que no podría hablarse de PAVIG sin ubicarlo en el grave problema de alerta de género en el país, que cruza a esta sede académica de la UAM, aunque también tiene que ver con responder desde la Universidad a los marcos normativos nacionales e internacionales, en especial a los convenios existentes en materia de prevención de la violencia de género.
Esto se suma a las discusiones sobre el asunto que ha recorrido las instituciones de educación superior nacionales, además de que con la aprobación del Protocolo “estamos reconociendo una legítima demanda de las alumnas de nuestra sede y propio Consejo Académico que ha discutido a lo largo de distintas sesiones la pertinencia del tema”.
Con la aprobación del PAVIG durante la sesión 464 del Consejo Académico de esa sede se pone a la vanguardia para atender este problema, al igual que Cuajimalpa, Xochimilco y Lerma de la Casa abierta al tiempo.
El Protocolo aprobado tiene una argumentación sobre la pertinencia y compromiso de la Universidad y una sección importante referida a todos los órganos e instancias que tendrán competencia para intervenir y conocer cualquier situación vinculada con este fenómeno.
De igual manera, contempla una ruta de acción para actuar, que incorporará los comentarios, puntualizaciones y anexos relacionados con la normatividad, resultado de las observaciones realizadas por académicos, alumnas y grupos feministas.
La investigadora reconoció que este fenómeno es un problema social complejo y cualquier programa que intente reducir, prevenir y garantizar la no repetición de actos de violencia implica distintas acciones, por lo que se tiene que contar con un código de ética.
En este sentido, respondió otra de las demandas de los alumnos respecto de que está en camino la reforma a la Legislación Universitaria a discusión en Colegio Académico, la reforma al estatuto de los estudiantes y otras normas universitarias.
El doctor Díaz Cruz aseguró que el protocolo no es la panacea, pero sí un instrumento sumamente valioso para atender el tema que cuenta con una Unidad de Acción que establece en su cláusula Cuarta que podrá asesorarse de grupos de personal docente y administrativo, así como de alumnos y alumnas para cumplir sus objetivos. “Ese es el asunto central porque están pidiendo –y tienen absoluta razón en ello– medidas inmediatas que hay que tomar en el campus”.
Cualquier miembro de la comunidad universitaria podrá levantar una denuncia ante la Unigénero, además de que habrá confidencialidad y no se apuntará a la persona que haya sido víctima.
Los participantes coincidieron en que después de la aprobación del PAVIG no será igual estar en la Unidad Iztapalapa, porque ya se contará con medidas de protección para evitar y erradicar la violencia de género.
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