- Como parte del Festival de la Luz se efectuaron también los talleres de escritura y de elaboración de caleidoscopios.
Por: Redacción/
Tanto para los vitrales como para cualquier sitio arquitectónico, el uso de cristales ha sido durante siglos una de las herramientas más utilizadas para la mejora y ambientación de los espacios, quizá porque sus cualidades van mucho mas allá de permitir la entrada de luz y la protección de áreas exteriores, al grado que las tendencias mundiales de diseño apuntan claramente a su implementación, sostuvo la maestra Mónica Patricia Stevens Ramírez.
La UAM ha sido pionera en el manejo e investigación del vidrio en México, impulsando sus aplicaciones y descubrimientos no sólo en Arquitectura y Diseño Industrial y de la Comunicación Gráfica, sino también impulsando la indagación y la innovación de este material de grandes cualidades para motivar a los jóvenes a usarlo.
Al dictar la Conferencia La luz a través del cristal, enmarcada en el Festival de la Luz, organizado por la Dirección de Comunicación del Conocimiento de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), dijo que el cristal es un elemento inorgánico, duro, frágil, y transparente que se forma con la fundición a altas temperaturas de carbonatos, sales y diversas variedades de arena, el cual además se encuentra de manera natural en cristales rojos, obsidianas y cuarzos, entre otros.
En México, dijo la profesora del Departamento de Procesos y Técnicas de Realización, los vitrales llegaron con poca fuerza a fines del siglo XVIII y fueron adoptados casi en su totalidad por la Iglesia, pero con el auge del Art Noveau el gusto por ellos regresó con Pelladini-Marco que se volvió un taller industrial de gran relevancia a finales del siglo XIX. Sin embargo, fue hasta después de la Revolución Mexicana que los artistas y artesanos adoptaron el vitralismo para proyectar su enorme potencial.
Al ser un arte del fuego de características traslucidas se conforma por vidrios de colores ensamblados por una red de plomos, cuyos colores se logran gracias a la grisalla que permite sombras, rasgos, letreros o motivos decorativos, mientras que el color se obtiene de algunos elementos químicos, entre ellos cobalto o selenio, así como óxidos y esmaltes que permiten diversos acabados, explicó la maestra Stevens Ramírez.
Aun cuando hay vitrales que fueron construidos en el mismo año algunos se han deteriorado y perdido la intensidad de sus colores debido a su mayor exposición al sol, ésta es una de las razones por las cuales el diseño arquitectónico debe considerar en su planeación la posición solar respecto de la construcción, apuntó el maestro Jaime Gregorio González Montes, quien realiza una investigación en torno a la luz en el vitral y la historia del vidrio en la arquitectura.
La importancia de la luz en esa disciplina recae en la posibilidad de resaltar formas, modelar objetos y destacar determinados puntos de un espacio, en este sentido la trayectoria del sol y la orientación en la arquitectura son elementos significativos que impactan a los espacios, así como los materiales que reflejan, proyectan o absorben la luz, pues además ésta puede utilizarse para dar volumetría y profundidad.
Hoy en día el vidrio industrial se ha transformado en diferentes aplicaciones y puede encontrarse en forma laminada, antirreflectante, curvo, insulado, bronce y demás, y más recientemente, ha tenido gran auge la implementación del smart glass, gracias al cual en cuestión de segundos pasa de ser transparente a opaco.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) este es el año internacional del vidrio, por lo que la Unidad Azcapotzalco de la UAM ha iniciado un rastreo de empresas, talleres y diseñadores que orienten sus trabajos a la investigación de este material.
Al término de esta conferencia y como parte de Festival de la Luz, el Club de Escritura de la Unidad Cuajimalpa de la UAM llamado Entre comillas realizó un taller de poesía en el que la luz fue el centro de atención e inspiración, y gracias al cual los participantes realizaron ejercicios de escritura creativa, aprendieron la estructura de una lira e hicieron de manera conjunta un cadáver exquisito.
En tanto que con PBC, cartulina, mica, pedazos de vidrio, pegamento y cinta, un grupo de jóvenes, que realiza su servicio social, llevó a cabo un taller de elaboración de caleidoscopios, coordinado por la maestra Stevens Ramírez, quien eligió esta dinámica para ayudar a los jóvenes a entender la refracción de la luz y fomentar el uso lúdico y creativo de este material cien por ciento reciclable.
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