• Los alumnos de la Licenciatura en Medicina y quienes prestan servicios de enfermería presentan problemas de ansiedad.

Por: Redacción/

La Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) fue la primera institución de educación pública que reaccionó ante la presencia del COVID-19 para proteger a su comunidad –estudiantes, académicos y administrativos– y continuar cumpliendo con la función sustantiva de formación a través del Proyecto Emergente de Enseñanza Remota (PEER), coincidieron investigadores en el Conversatorio de expertos Escenarios de retorno a las instituciones desde una perspectiva interdisciplinaria.

Sin embargo, luego de más de siete meses de confinamiento, “es importante revisar el estado de nuestra salud mental, entendida como la capacidad de percibir con precisión qué está pasando dentro de nosotros, en nuestra mente y con nuestras relaciones”.

El doctor Carlos Contreras Ibáñez, profesor del Departamento de Sociología de la Unidad Iztapalapa, mencionó que en la Casa abierta al tiempo ha existido interés y ocupación para atender esta problemática desde el primer trimestre del año, por lo que prepara ya una encuesta de varios componentes generales, desde aspectos bucales a enfermedades crónicas, con el fin de evaluar los niveles de estrés y de preocupación en términos de sanidad mental en la comunidad.

“La sugerencia es que hay que evaluar y tomar decisiones con elementos científicos de la realidad, con los instrumentos que tenemos o desarrollar nuevos para tratar de comprender lo que está sucediendo en la mente y el corazón de las personas”.

El académico de la Unidad Iztapalapa enfatizó en la necesidad de tener claridad sobre qué espacios serían los primeros en ocuparse, por cuántas personas y en qué lógica se podrá ingresar a las instalaciones universitarias, para lo cual la Institución también desarrollo el Sistema de Monitores, que él coordina junto con los doctores Rafael Bojalil Parra y Pablo Francisco Oliva Sánchez.

“El retorno a las instituciones debe ser ordenado y con base en las evidencias y las mejores prácticas y herramientas tecnológicas, pues las personas volverán a tener una buena salud mental hasta que se sientan en un espacio seguro, en un lugar de confianza con sentido de colectividad, donde nos echemos la mano unos a otros”.

El regreso físico a las instalaciones se dará una vez que los gobiernos federal, de la Ciudad de México y del Estado de México confirmen al tránsito al semáforo verde y las autoridades de la Casa abierta al tiempo determinarán cuántos estudiantes, cuántas áreas y qué medidas se adoptarán para evitar contagios.

El doctor Bojalil Parra, profesor del Departamento de Atención a la Salud de la Unidad Xochimilco, precisó que aun cuando este año no habrá retorno a la Universidad en ninguna de las cinco unidades, sería conveniente que aquellos que realizan investigación médica volvieran, aunque serán los asesores quienes establezcan este tiempo.

El académico convino en que la comunidad, al igual que el resto de las personas, tiene miedo y estrés a padecer la enfermedad de COVID-19, por lo que recomendó el uso de cubrebocas, porque a pesar de que mucha gente sostiene que no pasa nada, 43.5 millones de seres humanos han dado positivo a la prueba a nivel global.

“A pesar de la reticencia del encargado del manejo de la pandemia y el mal ejemplo de nuestro presidente que no utiliza cubrebocas, se ha comprobado en todo el mundo que su uso es vital para evitar más contagios”, anotó.

“La población universitaria, específicamente los estudiantes están enfrentando problemas de soledad, estrés, ansiedad, angustia y depresión”.

El maestro José Luis Pérez Ávalos, coordinador de la Licenciatura en Medicina de la Casa abierta al tiempo, señaló que desde marzo “fuimos la primera Institución que reaccionó ante la epidemia que inició en diciembre en China con un boletín informativo en el cual participó un grupo de epidemiólogos”, por tratarse de un padecimiento sin precedente.

“Después de siete meses en México no podemos hablar de un rebrote porque el virus no se ha ido, podemos decir que hay un repunte de casos, pero no como en Europa. Sabemos que hay más de 40 millones de casos en el planeta y Estados Unidos sigue siendo la nación con el mayor número de confirmados, con cerca de 8.5 millones, y la mayor cantidad de defunciones”.

El investigador de la Unidad Xochimilco indicó que los estudiantes que viven este confinamiento voluntario presentan problemas de ansiedad, principalmente los que cursan la Licenciatura en Medicina y el personal de Enfermería que atiende a pacientes con ese padecimiento.

El Conversatorio de expertos Escenarios de retorno a las instituciones desde una perspectiva interdisciplinaria, que forma parte de la Primera Semana Universitaria de Bienestar Comunitario y Salud Mental: Respuestas ante el COVID-19, fue moderado por el alumno Ricardo Rivas Cortés.

Esta actividad se llevará a cabo de manera virtual hasta el viernes 30 de octubre con la participación de expertos de la Casa abierta al tiempo y de otras instituciones de educación superior en conferencias magistrales y conversatorios.