Por: Redacción/
La adecuación del plan de estudios de las licenciaturas en Economía y en Administración de la Unidad Iztapalapa será parte fundamental de la gestión del doctor Roberto Gutiérrez Rodríguez, como jefe del Departamento de Economía de esa sede de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Estos esfuerzos beneficiarán a una comunidad de casi mil 550 alumnos –la segunda más grande de la División de Ciencias Sociales y Humanidades (DCSH)– y más de 100 profesores, expuso el investigador en la ceremonia en la que asumió el cargo celebrada en la sala Quetzalcalli.
Ambas disciplinas se encuentran en procesos de transformación acelerada, por lo que esa instancia académica se prepara para entender, explicar y formar cuadros capaces de participar en la discusión de los grandes problemas nacionales, lo que les permitirá colocarse en el mercado laboral con prontitud y remuneraciones adecuadas.
En paralelo buscará el apoyo de las coordinaciones de ambas licenciaturas para lograr la reacreditación de los respectivos programas, así como mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje y brindar más espacios físicos al estudio y la discusión, además de abrir talleres asociados a las materias teóricas fundamentales de dichas opciones educativas.
Ante el doctor Rodrigo Díaz Cruz, rector de la Unidad, el maestro Arturo Leopoldo Preciado López, secretario, y el doctor Juan Manuel Herrera Caballero, director de la DCSH, Gutiérrez Rodríguez se comprometió a realizar las acciones necesarias para que se reconozcan debidamente los cuatro programas de posgrado que involucran de manera directa o subsidiaria al Departamento de Economía: Estudios Organizacionales, Línea Economía Social de la Maestría y Doctorado en Estudios Sociales, Ciencias Económicas e Integral de Ciencias Administrativas (PICA).
Los dos primeros cuentan con reconocimiento internacional y el tercero sigue avanzando en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad (PNPC), mientras que el más joven, PICA, recibirá atención particular, precisó el especialista en comercio internacional, mercado laboral y economía de los energéticos, al asumir el compromiso de promover entre la plantilla docente la investigación aplicada.
Si bien se reconocerán los esfuerzos individuales, durante su gestión privilegiará la indagación colectiva y la integración de redes, con base en las directrices del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y del Programa para el Desarrollo Profesional Docente (Prodep).
Después de agradecer la confianza otorgada por profesores, trabajadores y alumnos, reconoció el papel imparcial del Rector y del Consejo Divisional, que se erigió como garante del sentir de la comunidad y ratificó el mensaje de que la solidez de las grandes instituciones no descansa exclusivamente en la capacidad e inteligencia de su personal, sino en el respeto a las decisiones de sus mayorías.
Esta legitimidad del proceso “me permite sentir suficiente confianza para asumir con plenitud la responsabilidad de llevar a cabo las tareas que corresponden al puesto, incluyendo las que propuse en mi programa de trabajo y, por otra, considerar que cuento con el apoyo de la comunidad en su conjunto”.
Para que la Casa abierta al tiempo pueda cumplir con su misión de formar estudiantes del más alto nivel es indispensable entrenarlos para que ejerciten de manera óptima las cuatro funciones básicas de la recepción y transmisión de conocimientos: leer, escribir, escuchar y hablar.
Además, “debemos estimular la discusión constructiva entre profesores, alumnos y nuestra comunidad de los problemas locales, nacionales, mundiales y empresariales”, y elaborar documentos que interpreten y expliquen la realidad que si bien consideren nuestro punto de vista no excluyan a nuestros pares, pues el concepto de universidad implica que seamos capaces de difundir lo investigado, lo mismo con lenguaje técnico, dirigido a los especialistas, que con un discurso llano, dirigido al público en general”, concluyó.
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