Por: Redacción
La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) celebró el retiro del grupo “Amigos de Monterrey”, en el cual se registró la participación de más de 100 representantes de gobiernos, organismos internacionales, sector privado y sociedad civil, con el objetivo de analizar temas de financiación internacional para el desarrollo.
De acuerdo con la dependencia, los días 28 y 29 de enero, los debates abordaron los mecanismos necesarios para alcanzar los objetivos globales acordados en foros internacionales como la Tercera Conferencia Internacional sobre Financiación al Desarrollo (FFD), la Agenda 2030 y la COP 21 (Conferencia de las Partes sobre la Convención de Cambio Climático).
El evento fue organizado por la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID), en colaboración con la Agencia de Cooperación Alemana (GIZ).
“Amigos de Monterrey” es un espacio informal de diálogo que tradicionalmente ha reunido a la comunidad internacional en México, desde 2002, para revisar temas sustantivos para el desarrollo y facilitar el consenso entre los participantes.
María Eugenia Casar Pérez, Directora Ejecutiva de la AMEXCID, encabezó el encuentro, el cual definió como la oportunidad de contribuir al I Foro de Financiación para el Desarrollo (mecanismo de seguimiento de FFD) y al Foro Político de Alto Nivel sobre el Desarrollo Sostenible (mecanismo de seguimiento a la implementación de la Agenda 2030), que se celebrarán en los meses de abril y julio de este año, bajo la coordinación del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC). También participó el Embajador Miguel Ruiz Cabañas, Subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos.
Algunos de los temas que posicionó México durante la Tercera Conferencia Internacional sobre Financiación al Desarrollo en 2015 y que serán retomados en este espacio de diálogo son: la importancia transversal de la buena gobernanza, transparencia, equidad de género, enfoque de derechos humanos y la creación de un nuevo pacto social para erradicar la pobreza en sus múltiples dimensiones; la contribución de la migración al desarrollo en los países de origen, tránsito y destino, y el respeto a los derechos de los migrantes.
También el apoyo a los países de renta media, la promoción del crecimiento económico incluyente, la consideración de la sustentabilidad medioambiental en los sectores productivos y el combate al cambio climático, así como la renovación de los compromisos en materia de cooperación internacional para el desarrollo.
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