Por: Redacción/
La recuperación económica de México, luego de superar la emergencia sanitaria por la pandemia del coronavirus SARS-COV-2, dependerá del impulso a la reconstrucción nacional que dé lugar al desarrollo inclusivo, de manera que los frutos del avance sean apropiados por la mayoría de la población, sostuvo el doctor Gregorio Vidal Bonifaz, profesor de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Para lograrlo será necesario crear economías productivas que alienten un crecimiento fincado, no sólo en las grandes empresas, sino en una diversidad de industrias y formas de propiedad para generar, a partir de ahí, “los medios hacia un gran esfuerzo de reconstrucción nacional que nos permita progresar”.
En el contexto de la pandemia del COVID-19, las economías emergentes registraron en el primer trimestre del año salidas de flujos de capital más dramáticas e intensas, comparadas con la crisis financiera de 2008-2009, lo que ha revelado que el mecanismo de financiamiento a partir de recursos del exterior no funciona en situaciones de inestabilidad como la que ocurre ahora, explicó el académico de la Unidad Iztapalapa.
Tal vez lo haga cuando las cosas van bien, pero si es así “tendríamos capacidad interna, entonces de lo que se trata es de forjar vías para que las inversiones productivas puedan prosperar y cerrar todos los resquicios, de tal suerte que las colocaciones financieras se favorezcan de la dinámica comercial”.
La Reserva Federal de Estados Unidos reportó en enero pasado 83 mil millones de dólares de mexicanos en ese país y “no sé cuánto ha aumentado dicha cifra desde entonces, pero esto denota que los capitales así operan” y si no encuentran cómo obtener provecho, no van a estar aquí.
Respecto del informe trimestral del presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que en el propósito de volver a echar a andar la economía del país hay un esfuerzo por dar profundidad a los programas sociales, que presentó incluso antes del inicio de su administración, por ejemplo, al adelantar recursos a los adultos mayores y ampliar los beneficiarios de la estrategia para el campo Sembrando Vida.
El empeño del mandatario es llevar al máximo la reasignación de recursos públicos en el manejo del presupuesto, pero también toma una posición determinante al sostener que no habrá programa alguno de rescate de grandes corporaciones ni algo semejante al Fobaproa, que en su momento significó el salvamento de bancos.
Sin embargo ha habido críticas en el sentido de que no anunció apoyos a micro, pequeñas y medianas empresas, aunque hay acciones que están tomando gobiernos estatales o el de la Ciudad de México para destinar recursos al pequeño comercio.
Un elemento que es necesario modificar es que básicamente se están utilizando los mismos recursos, pues no hay algún ejercicio que busque ampliarlos para generar un crecimiento del gasto y la inversión, “y creo que ahí está el problema”, dijo el también coordinador del programa de investigación Integración de las Américas de la UAM.
Es claro que hay algunas inversiones de emergencia en el sector salud, cuyas bolsas se constituyen de manera muy diversa, porque incluso habrá donaciones con parte de los ingresos de altos funcionarios del gobierno federal para destinarlos a estos fines, pero el hecho es que ese ramo se presenta en esta contingencia como “un desastre”, después de que en la práctica comenzó a dejarse en el abandono desde finales de la década de 1970 e inicios de la siguiente y es a partir de ese punto con lo que se está enfrentando la pandemia, “y hay que hacer gasto”.
El doctor Vidal Bonifaz consideró que dicha inversión “debe colocarse en una dirección que la mantenga hacia delante y, por tanto, no puede resultar de donaciones”, sino que deben hallarse los mecanismos regulares en el ejercicio del presupuesto público para que estos egresos se realicen.
El director del Instituto Mexicano del Seguro Social ha dicho que los médicos contratados para enfrentar la enfermedad del coronavirus ocuparán esos puestos durante seis meses, cuando al mismo tiempo se reconoce que hay déficit de profesionales de la salud, por lo que habría que mantener la medida y ampliar la inversión en el rubro.
El país ha estado sometido desde hace años a una situación de austeridad fiscal, por lo que es necesario plantearse políticas públicas de crecimiento “y en este contexto hay mecanismos para poder avanzar, como el de la banca de desarrollo, que puede emitir diversos tipos de documentos para allegarse capitales directos que financien obras.
Banobras puede ser un agente que despliegue la construcción de hospitales e incluso podría haber vinculación de títulos que emite esta institución –siempre en pesos– y que sean adquiridos por los Fondos de Ahorro para el Retiro, minimizando los riesgos de cómo se invierten estos recursos de los trabajadores; por consiguiente, se generaría un círculo virtuoso en la economía, pues “hay que examinar todas las posibilidades, pero es parte de lo que no se ha planteado”.
La recuperación de las micro y pequeñas empresas depende de la creación de un ambiente económico donde éstas puedan inscribirse, debido a que requieren de los elementos mínimos para sobrevivir, por ejemplo, de créditos utilizando algún acervo de la banca de desarrollo.
Cincuenta y seis por ciento de los ocupados en México trabaja en condiciones de informalidad laboral, la cual existe en las grandes empresas y en el propio gobierno, por lo que habría que buscar también proyectos dirigidos a la creación de empleo formal, apuntó el académico del Departamento de Economía.
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