Por: Redacción/
Contrario a lo que reza “la mercadotecnia rosa del gobierno”, México no es “un país en la posmodernidad, sino una sociedad en guerra, en la que se ha asesinado a más de 270 mil personas y desaparecido a más de 36 mil”, por lo que la reconstrucción histórica de la nación demanda la presencia de instituciones como la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), afirmó el doctor Javier Esteinou Madrid.
Al recibir el nombramiento como Profesor Distinguido de esta casa de estudios apuntó que no obstante el contexto nacional, en la UAM “contamos con un oasis de libertad de expresión y autonomía de cátedra e investigación que permite a sus profesores realizar un trabajo intelectual crítico”.
Al dirigirse a la comunidad universitaria de la Unidad Xochimilco expresó que 2018 no ha sido sólo el año en el que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, humilló a los mexicanos ante la opinión pública internacional, al aseverar que “somos criminales, delincuentes, violadores y ladrones, y levantar un muro de odio” entre ambos países.
Tampoco ha sido únicamente la fase en que se conmemora el bicentenario del nacimiento del filósofo alemán Karl Marx, cuyas concepciones cambiaron el mundo contemporáneo, ni en que se elegirán tres mil 400 cargos de representación popular, sino que es también el año en el que la UAM cumple 45 años de haber sido concebida.
“Por ello agradezco al Colegio Académico y al grupo de profesores que respaldaron la propuesta para otorgarme este reconocimiento”, afirmó el profesor fundador.
En un recuento histórico de la evolución política y económica de México –incluidos la Revolución Mexicana y un prolongado periodo de la pobreza extrema, despotismo del Estado autoritario y abandono de la democracia que provocó la búsqueda de opciones de cambio– el doctor Esteinou Madrid dijo que el movimiento estudiantil de 1968 encabezó el despertar de la esperanza.
Ese episodio fue ahogado con un baño de sangre, represión y censura informativa y para salir de esta severa crisis histórica el Estado mexicano impulsó proyectos de nivelación social, dentro de los cuales destacó la creación de la UAM, que inició su misión pedagógica mediante la difusión de conocimientos críticos para contribuir pacíficamente al cambio social.
Así se intentó construir el segundo milagro mexicano del siglo XXI, pero “hoy tenemos un país más devastado, no sólo con una crisis coyuntural, sino con una profunda crisis civilizatoria que mantiene vivos los mismos anhelos de transformación, oportunidad y paz que demandaba la juventud hace cinco décadas”.
Todo esto se refleja en las esferas de la seguridad, con un año 2017 como el más violento en dos décadas; el narcotráfico, dominado por más de nueve organizaciones criminales violentas; los derechos humanos, con México ocupando el quinto lugar en el delito de trata de personas; el género, que de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas en el país son asesinadas siete mujeres cada 24 horas.
Además, México se ha convertido en el segundo territorio más peligroso para ejercer el periodismo libre, después de Siria, por lo que este prototipo de desarrollo expulsó de “nuestro interior los sentimientos de la nación que conformaron la cohesión y la identidad de la patria durante más de dos siglos”, y sólo en cuatro décadas neoliberales “nos arrojó a los sentimientos del mercado salvaje” y de la corrupción sin freno.
En este contexto, la Casa abierta al tiempo ha avanzado a contracorriente, impulsando su particular proyecto educativo para colaborar a construir otro modelo de sociedad.
El gran costo que pagó la generación de 1968 para lograr que se creara “nuestro modelo de universidad debe dar fruto mediante el reforzamiento de su vocación de servicio público”, por lo que es necesario reconstruir un “proyecto de nación para acceder a otro futuro y en ese proceso México necesita a la UAM”.
El doctor José Antonio De los Reyes Heredia, secretario general de la UAM –quien asistió en representación del rector general, doctor Eduardo Peñalosa Castro– sostuvo que “al referirnos al doctor Esteinou Madrid se debe destacar su labor de más de 44 años dedicada a edificar un enfoque crítico de la teoría de la información, pero también a examinar los condicionantes sociales de los procesos de comunicación”.
El prestigio de la Unidad Xochimilco difícilmente puede entenderse sin la trascendencia del Departamento de Educación y Comunicación, desde donde el doctor Esteinou Madrid ha contribuido a forjar escuela.
“Esta labor, más que ininterrumpida, actualizada constantemente en sus enfoques y en su aproximación, lo ha consolidado como referencia de las ciencias de la comunicación en México y aun en la región”.
El doctor Fernando de León González, rector de la Unidad Xochimilco, celebró el reconocimiento del doctor Esteinou Madrid y su presencia en la galería de los profesores distinguidos de la Unidad, pues “sus aportaciones constituyen la reserva intelectual, cultural y educativa más importante de la universidad”.
En el acto también estuvieron presentes las doctoras Lidia Camacho Camacho, directora del Instituto Nacional de Bellas Artes; Lorena Zaldívar Bibriesca, presidenta del Consejo para la Acreditación de la Comunicación y Ciencias Sociales A.C., y el embajador Agustín Gutiérrez Canet, del servicio exterior mexicano, entre otros personajes del ámbito de la comunicación y la cultura.
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