Por: Mugs Redacción

Gran parte de la población desconoce muchos aspectos sobre el cambio climático, su impacto y cómo hacerle frente, coincidieron ponentes en los segundos congresos Nacional de Vivienda y Latinoamericano de Estudios Urbanos. Habitabilidad y Políticas de Vivienda en México y América Latina, realizados de manera conjunta en la Facultad de Arquitectura (FA) de la UNAM.

En la mesa dedicada a analizar este fenómeno y la viabilidad de las ciudades sustentables, David Morillón Gálvez, del Instituto de Ingeniería, refirió que el 90 por ciento de la energía consumida en México tiene su origen en la quema de recursos no renovables y una quinta parte se destina a los hogares; es necesario crear más espacios habitacionales amigables con el entorno y divulgar conocimiento en la gente para impulsar una transformación, dijo.

Por su parte, Olga Flores Cano, académica de la Facultad de Psicología (FP), analizó cómo perciben los mexicanos el cambio climático y, a partir de los resultados, concluyó que lo conciben inserto en el sector ambiental, pero sin tener claro que un uso energético eficiente (mediante transporte público, focos ahorradores o aprovechamiento solar, entre otros) es una estrategia de mitigación.

Olga Flores Cano, académica de la Facultad de Psicología de la UNAM.

La mayoría se preocupa por el entorno y sugiere abatir la contaminación y cuidar las áreas verdes, lo que en un sentido estricto deriva en un aire más limpio, pero no en el calentamiento referido. Dos terceras partes de los entrevistados se mostraron dispuestos a transformar su estilo de vida para no agravar el escenario actual.

En su oportunidad, José Martín Gómez-Tagle Morales, del Taller de Arquitectura Experimental de la FA, habló sobre los paisajes ecourbanos y destacó que la calidad del aire respirable en el Distrito Federal es pobre; por ello, necesitamos recuperar los pulmones con proyectos proambientales.

“Cerca del 80 por ciento de los alimentos consumidos no se producen en el país; además, la mayor parte del agua potable es importada. La humanidad posee malos hábitos, regularmente tenemos todo a la mano y por eso no valoramos. Creemos que mientras más comodidad tengamos —incluso si vulneramos la naturaleza con este fin—, estaremos mejor”, finalizó.