Por: Redacción
La península de Baja California es un ente geológico vivo. Aunque invisible a escala humana, su movimiento gradual será evidente dentro de un millón de años, y se vislumbrará como un cambio contundente en el mapa del territorio nacional.
Se desplaza cuatro o cinco centímetros cada año hacia el noroeste, con respecto al continente, señaló Thierry Calmus, de la Estación Regional del Noroeste (ERNO) del Instituto de Geología (IGL), sede ubicada en Hermosillo, Sonora.
El experto en tectónica y geología estructural aclaró que no se puede predecir, pero sí medir y saber la velocidad o el desplazamiento promedio anual.
Con herramientas precisas de sistemas de posicionamiento global (GPS, por sus siglas en inglés), o antes de la década de 1980 con láser, ha sido factible medir distancias muy precisas entre diferentes puntos de la Tierra.
“Es lo que se sigue haciendo de forma permanente con los GPS. Se miden distancias entre la parte continental de México y la península de Baja California”, explicó.
Conforme avanza el tiempo, por ejemplo cada año, los geólogos observan que hay deformación y desplazamiento. “Se calculó y se midió que el desplazamiento promedio de la península con respecto al continente es de cuatro o cinco centímetros al año hacia el noroeste”, remarcó.
Si se multiplican los cuatro centímetros por un millón de años, es factible concluir que el desplazamiento dentro de ese periodo será de 40 kilómetros. De igual manera, “se puede calcular que cuando llegaron los españoles a nuestro país, Baja California estaba 24 metros más al sur”.
La falla del Golfo de California
La situación actual de la falla del Golfo de California es un fenómeno de largo alcance. Ahí, el sistema de fallas existe desde hace seis millones de años, o un poco más, y no tiene por qué terminar, pues es un sistema activo que crea sismos locales regularmente.
Hay miles por año en la zona, expuso Thierry Calmus. Pocos se sienten, son de magnitud baja, pero es un sistema activo. Son fenómenos que tienen millones de años de vida.
“Los sismos pequeños son un fenómeno que puede ser superficial o profundo, pero es muy puntual, y es parte del registro de desplazamiento de los bloques continentales, uno con respecto a otro”.
Para hacer modelos de evolución geológica, los expertos se basan en la teoría global llamada tectónica de placas, que les proporciona información del pasado a partir de datos recogidos sobre los océanos y los continentes.
“Eso nos permite hacer una previsión sobre la posición de la península a muy largo plazo, con sus reservas. Tenemos suficiente información de la historia de la Tierra para estar seguros de la evolución dentro de los próximos miles de años”.
El universitario aclaró que no podrían decirlo dentro de 100 millones de años, porque cambiará totalmente la posición de las placas. “Se pueden hacer modelos, pero conforme avanza el tiempo aumentamos el plazo de la predicción o perdemos precisión”, reconoció.
Estudio de sismos
Con base en datos históricos se puede hacer una aproximación del plazo de recurrencia de sismos fuertes en el Golfo, pero no en toda la sierra, ni de los pequeños.
“En el Golfo sabemos que más o menos cada 15 años ocurre un sismo de magnitud superior a siete, más grande que los demás. El de Mexicali de 2010 fue de magnitud 7.5, y el anterior fue 15 o 10 años antes”.
Calmus indicó que no es posible hacer una predicción precisa, porque la naturaleza no lo permite. “Pero la Tierra es un sistema físico, elástico, entonces podemos hacer predicción sobre un tiempo de recurrencia de los eventos importantes”.
Así, los científicos pueden proyectar a futuro la historia sísmica, del desplazamiento concurrente con la península, que se comporta como un bloque rígido. “La teoría de las placas se basa en eso. Las placas son en primer orden entes rígidos en la superficie de la Tierra. Tienen un comportamiento elástico, es decir que a lo largo de las fallas por donde se desplazan las placas aguantan la deformación”.
El integrante de la ERNO ejemplificó con alguien que quiere doblar una regla de plástico, y al hacerlo se deforma pero no se destroza. “Hasta que rebasamos el límite se rompe. Las placas tienen este comportamiento. Hay un desplazamiento a lo largo de las fallas pero puede que durante tres, cuatro o cinco años no se rompa. El sismo corresponde al momento de la ruptura donde todo el desplazamiento va a ser de un solo golpe, por eso es importante hablar de desplazamiento promedio”.
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