- Según datos de la OCDE, la esperanza de vida en México es de 75.4 años, inferior a los 80.7 promedio en los países miembros, de los que Japón posee la más elevada, de 84.2 años.
Por: Redacción/
Por los efectos de la pandemia, la recuperación económica de México será diferenciada y las asimetrías sociales y de desarrollo regional se profundizarán, en un entorno en el que el capitalismo vive un proceso de reconfiguración global, afirmó el maestro Miguel Ángel Barrios, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En el Segundo Seminario Macroeconomía Financiera La situación de la economía mexicana y efectos de la pandemia puntualizó que a pesar de la crisis el neoliberalismo continúa siendo el modelo hegemónico que se ha reconfigurado pues los centros financieros de han fortalecido y se sigue generando una gran concentración y centralización del capital.
En este escenario, “la dependencia de México del mercado mundial se ahonda y no se ve un cambio sustancial a pesar de la transición en el gobierno. La emergencia ha tenido varias dimensiones, no es sólo sanitaria, pues en el proceso de largo plazo hay tendencias que muestran desequilibrios externos y en materia presupuestal”.
El investigador de la Unidad Azcapotzalco advirtió que el crecimiento de la economía por entidades es dispar, “en esta perspectiva hay muchos Méxicos que no siguen un desarrollo similar, pues en algunos estados la evolución está por arriba del promedio nacional, pero otros del sur acusan un rezago importante con progresiones de apenas medio punto porcentual”.
De acuerdo con la actividad financiera trimestral, entidades como Tabasco, Chiapas, Veracruz, San Luis Potosí y Puebla tenían como una fuente de desarrollo financiero las energías fósiles, pero ahora las condiciones han cambiado y se han rezagado, dijo en su ponencia Efectos de la pandemia en México: crecimiento económico diferenciado y polarizado.
Por los efectos polarizados de la crisis sanitaria, Campeche y Tabasco, que eran punta de lanza en el crecimiento, ahora tienen problemas como Guerrero, Oaxaca y Chiapas, que históricamente han estado a la zaga, mientras Nuevo León y Quintana Roo están ligados y son dependientes del mercado mundial por su actividad productiva o por los servicios que ofrecen.
El coordinador de la licenciatura en Economía de la Unidad Azcapotzalco afirmó que la concentración del capital es un proceso que se ha profundizado en México y ha generado efectos desventajosos para los estados del sur sureste, mientras que en materia de empleo y precariedad laboral el país padece por la falta de certidumbre.
Frente a ese panorama “es importante el fortalecimiento de los servicios, particularmente en el turismo, así como robustecer las capacidades de conocimiento en el mercado laboral. El gobierno debe impulsar que los recursos públicos se destinen a las entidades con mayores necesidades, como las inversiones del Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el nuevo aeropuerto Felipe Ángeles.
El doctor Juan Ramiro de la Rosa Mendoza, académico de la Maestría en Economía de la Unidad Azcapotzalco, planteó que a partir de la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) se advierte un salto de las exportaciones mexicanas, que representaban al inicio 12 por ciento de la oferta agregada para ubicarse actualmente en 28.4 por ciento, tendencia similar se observa en materia de importaciones.
En tanto, en lo que va de este siglo no se ha observado en México inestabilidad de precios, existe cierta vigilancia de la política monetaria para controlar la inflación, “no vemos una descomposición de los precios y el tipo de cambio del peso frente al dólar ha mantenido una relativa regulación.
Al dictar la conferencia Demanda interna y externa: el empuje de la demanda agregada y la producción industrial, explicó que el crecimiento promedio del Producto Interno Bruto (PIB) entre 1980 y 2000 fue de 2.74 por ciento y en las dos primeras décadas de este siglo la tasa promedio es del 1.98 por ciento, aunque entre 2014 y 2019 se ubicó en 0.3 por ciento.
El investigador precisó que desde 2018 el PIB industrial ya mostraba una caída que empeoró en la fase de la pandemia, en tanto la inversión pública y privada de 2011 a 2020 se redujo y solo en el segundo trimestre de este año mostró crecimiento, “aunque para salir del estancamiento, la economía debe crecer al menos al cuatro por ciento anual”.
La maestra Dámaris Eunice Gómez Villa, académica de la Universidad de Quintana Roo, sostuvo que por el COVID-19 el tema de la salud pública ha generado gran interés y se ha dado una revolución en materia sanitaria.
Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la esperanza de vida en México es de 75.4 años, inferior a los 80.7 promedio en los países miembros, de los que Japón posee la más elevada, de 84.2 años.
El país destina apenas 5.5 por ciento del PIB para salud, sólo por arriba de Luxemburgo y Turquía. “En el gasto per cápita nos ubicamos en los últimos lugares con apenas mil 138 dólares para cada mexicano frente a los diez mil 586 dólares que Estados Unidos destina para su población”, dijo al presentar las conclusiones de su investigación El gasto público en salud en las entidades federativas de México, 2008-2020: la situación frente a la pandemia.
“La OCDE señala que sólo destinamos al gasto de capital, usado para crear hospitales, infraestructura y el equipo médico, 1.3 por ciento del presupuesto total de salud, lo que significa un índice de 0.1 por ciento del PIB. Con esos indicadores precarios nos enfrentamos al COVID-19”.
La investigación elaborada en conjunto con el doctor Fernando Cabrera Castellanos –fallecido hace unos días– reporta que en el diagnóstico de las entidades federativas existen altas desigualdades, pues por ejemplo en Coahuila y Nuevo León más de 70 por ciento de la población está inscrito en algún sistema de seguridad social, mientras que en Chiapas, Oaxaca y Guerrero es sólo 20 por ciento, además de ser los estados con la esperanza de vida más baja a nivel nacional.
“Incrementar el gasto público un peso per cápita puede representar acrecentar la esperanza de vida en alrededor de 0.0004 años o bien si se aumentan diez mil pesos por persona la esperanza de vida ascendería cuatro años”, finalizó.
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