Por: Redacción/
Tras la decisión del gobierno de Yemen este lunes de cerrar todas las entradas terrestres, marítimas y aéreas al país las agencias de Naciones Unidas temen que se agrave la situación humanitaria.
Cerca de 7 millones de personas pasan hambre y dependen de la asistencia internacional para sobrevivir.
El bloqueo ha empezado a tener repercusiones en la vida cotidiana de los yemeníes, tal como el alza del precio del combustible, informó hoy la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
“Si la línea de provisión se corta, el hambre aumentará y nos enfrentaremos a una crisis humanitaria aún más grande”, advirtió Jens Laerke, el portavoz de la agencia.
Es un imperativo humanitario que siga funcionando el mayor puerto yemení de Al Hudaydah, agregó.
En una visita en octubre, el titular de OCHA, Mark Lowcock, destacó la crítica situación en la que se encuentra el país e insistió en la necesidad de permitir la entrada de personal y suministros humanitarios.
Además del riesgo de hambruna, Yemen se enfrenta a una epidemia de cólera que ha causado más de 2.100 muertes. Según datos colectados por OCHA, el número de casos sospechosos podría alcanzar un millón a finales de año.
Por su parte, la oficina del Alto Comisionado para las Derechos Humanos llamó de nuevo a las partes en conflicto a respetar el derecho internacional humanitario. La semana pasada, una serie de ataques mataron a decenas de civiles, entre ellos varios niños. Las leyes internacionales, incluido el Convenio de Ginebra de 1949, prohíben los ataques a civiles durante los conflictos.
Según las últimas cifras confirmadas, 5.295 civiles han fallecido en Yemen desde marzo del 2015 y 8.873 resultaron heridos. Se estima que las cifras reales podrían ser mucho más altas.
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