Por: Redacción/
El representante especial de la ONU para Libia, Ghassan Salame, condenó este miércoles en los términos más enérgicos el intenso bombardeo nocturno en el barrio residencial de Abu Slim, un área densamente poblada de Trípoli, que causó decenas de muertos y heridos entre la población civil la madrugada pasada.
Salame envió sus más sentidas condolencias a las familias de las víctimas y deseó una pronta recuperación de los heridos. A continuación, recordó que “el uso indiscriminado de armas explosivas en áreas civiles constituye un crimen de guerra“.
Sin contar las víctimas de anoche, 14 personas habían muerto y 40 habían resultado heridas en distintos enfrentamientos anteriores. Entre los fallecidos hay cuatro trabajadores sanitarios que perecieron en acto de servicio.
El alto funcionario recordó que han de respetarse “plenamente las normas del derecho internacional humanitario y las de los derechos humanos”, y que se han de tomar “todas las medidas posibles” para proteger a los civiles y la infraestructura civil.
El representante especial subrayó que la autoría de estas acciones no recae únicamente en las personas que cometieron estos ataques arbitrarios, “sino también, potencialmente, en quienes los ordenaron“.
Crece el número de desplazados
Por su parte, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios indicó este martes que los recientes combates en Trípoli y sus alrededores están causando un fuerte impacto en la población civil provocando el nivel más alto de desplazamientodesde el inicio de la crisis en el país árabe.
Las cifras indican que las hostilidades en curso han provocado el desplazamiento de 25.000 personas durante los últimos días y que 6000 han recibido asistencia humanitaria desde el comienzo de los nuevos ataques.
Ante la incertidumbre que provocan los enfrentamientos y bombardeos, muchos civiles atrapados en zonas de conflicto se enfrentan al dilema de permanecer en sus hogares o marcharse. Esta duda se agudiza aún más cuando en algunos vecindarios la disponibilidad de alimentos y otros artículos de primera necesidad se está agotando.
Traslado de detenidos
El personal de la Agencia de la ONU para los Refugiados, con el apoyo de la ONG International Medical Corps, trasladó este martes a 150 personas del centro de detención de Abusliem, próximo a las hostilidades, al centro de reunión y salida del ACNUR en el centro de Trípoli.
Está previsto continuar con las trasferencias tan pronto como lo permitan las condiciones de seguridad.
Esta Agencia recordó que más de 2700 refugiados y migrantes continúan atrapados y detenidos en zonas de conflicto. Algunos de ellos fueron devueltos a libia durante los últimos meses tras ser rescatados y detenidos en alta mar.
Falta de recursos económicos
Ante el aumento de la crisis, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios recordó que de los 202 millones de dólares previstos en el actual Plan de Respuesta Humanitaria para Libia solo se ha financiado el 6%. De no recibirse fondos adicionales, los organismos humanitarios tendrán que detener sus operaciones de asistencia.
Entre sus planes inmediatos, OCHA prevé realizar un llamamiento urgente para cubrir las necesidades a corto plazo derivadas del conflicto actual.
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