- Las condiciones actuales establecen una situación favorable a la reconfiguración del diseño de áreas físicas, replanteando que si ya no se moverá demasiada población a sus centros de trabajo hay que repensarlos y aprovecharlos.
Por: Redacción/
La nueva normalidad plantea repensar el diseño industrial más allá del objeto para buscar satisfacer las necesidades de las personas y, desde la academia, funcionar en equipo con el espíritu de conectar, interpretar y proponer que la disciplina se vuelva común, participativa y democrática, coincidieron profesores de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
El desafío que “estamos viendo ahora es cómo, a partir de las nuevas tecnologías y de situaciones inéditas, tenemos que guiar a nuestros estudiantes a trabajar con y para las personas”, señalaron en el Conversatorio: Reconfiguración del diseño ante nuevas normalidades.
Este proceso ha sido debatido desde hace tiempo y durante el confinamiento por la pandemia del COVID-19 se ha constatado que “el cambio climático y la nueva normalidad representan retos clave para actuar en grupo y abordar el campo de manera diferente”, dijo la maestra Leyda Milena Zamora Sarmiento, docente del Departamento de Teoría y Análisis de la Unidad Xochimilco.
A partir de estos planteamientos se empieza a dar respuesta a las inquietudes que implica el compromiso del profesional con la sociedad y el país, ya que hablar de diseño en una crisis es tratar de que las actividades florezcan y se dé lo mejor de sí, como ocurrió después de la Segunda Guerra Mundial, cuando desapareció el empleo en la industria armamentista y el diseño industrial “dio la vuelta y empezó a generar productos de uso cotidiano”, así que se trata de aprovechar las cosas que están sucediendo para potenciar el poder de cada labor y mejorar la condición humana, añadió.
El doctor Luis Alberto Andrade Pérez, académico del Departamento de Métodos y Sistemas del citado campus, reconoció que ante la emergencia sanitaria, sin duda habrá modificaciones que dotarán de espacios más amplios a las viviendas urbanas y rurales del país para evitar contagios.
Las condiciones actuales establecen una situación favorable a la reconfiguración del diseño de áreas físicas, replanteando que si ya no se moverá demasiada población a sus centros de trabajo hay que repensarlos y aprovecharlos, además de adecuar sitios en la entrada de los hogares para lavar y desinfectar las manos y la despensa, así como contar con habitaciones iluminadas y ventiladas para que tanto hijos como padres se desempeñen.
En la UAM se llevan a cabo proyectos que toman en cuenta las necesidades de los habitantes, de acuerdo con su poder adquisitivo y las exigencias de los lugares habitables, por lo cual es de esperar que se produzcan iniciativas adecuados a las condiciones dadas ahora, afirmó el integrante del Área de Investigación Vivienda Popular y su Entorno.
La Universidad tiene un papel esencial en el que la responsabilidad es prioritaria y hay propuestas en las que se pueden utilizar materiales constructivos asequibles a la condición económica de cada persona y de bajo impacto medioambiental.
Dado que en la Casa abierta al tiempo la función social de este campo es determinante, desde la concepción misma el diseñador debe generar ideas accesibles, por lo que desarrolla estudios empáticos y participativos que benefician a todos.
Por lo tanto “hay que ponernos al frente de los retos que impone la nueva normalidad y formar profesionales críticos” cuyas iniciativas posibiliten mejoras para la sociedad.
El Conversatorio Reconfiguración del diseño ante nuevas normalidades –moderado por el maestro Teseo López Vargas, académico del Departamento de Educación y Comunicación de la Unidad Xochimilco– formó parte de la serie UAM, responsabilidad social, que se transmite los miércoles a las 12:00 horas por UAM Radio 94.1 FM, con la conducción de Carlos Urbano Gámiz.
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