Por: Redacción

La naturaleza y el tiempo transforman la ciudad en arte: el grafiti de la calle, el óxido de los metales o la humedad en las paredes evidencian que todo en el mundo se convierte en algo artístico.

Así fue como Santiago Rebolledo presentó Temporadas, un conjunto de pinturas, grabados y fotografías que estará expuesto hasta el 26 de marzo en la Galería Metropolitana de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

La muestra comienza con un trabajo de libro objeto que personifica a la mujer de manera sutil; en tinta azul y con el recurso de unas hojas, el autor simboliza el órgano sexual femenino a partir de manchas.

Santiago Espinosa de los Monteros, coordinador de artes plásticas del Instituto Nacional de Bellas Artes, considera a Rebolledo como uno de los creadores activos con la trayectoria más destacada.

Al caminar con el artista plástico por las calles del centro de la Ciudad de México se participa involuntariamente en sus procesos de trabajo; al andar por esos rumbos Rebolledo recoge algún sartén oxidado, una jaula abandonada o un banco de madera con las patas rotas.

Eso permite la entrada al siguiente nivel de la exposición, que comprende piezas que simulan algún trozo de pared, fragmentos de metal oxidados, llantas viejas de bicicletas y pedazos de rejas.

El autor está atento siempre a encontrar imágenes que pueden ser artísticas; en el pasado salía con una cámara de 36 mm a fotografiar todo lo que se encontraba o percibía como estético.

En un pequeño cuarto blanco de la Galería Metropolitana, Temporadas –inaugurada el 28 de enero– incluye 69 fotografías del archivo del artista, seleccionadas en homenaje al fallecido cantante británico David Bowie.

Las imágenes muestran la humedad en la esquina de una pared, un trozo de grafiti de algún autor anónimo, los destrozos en la vía pública causados por manifestantes y policías federales confrontados.

Rebolledo subraya la relevancia del arte urbano para ponerlo al alcance de todos. “Cuando iniciaba mis estudios intentaba llevar mi trabajo interviniendo las calles”, pero todo era borrado de inmediato por las autoridades.

Las obras de la exposición tienen historia y son arte desde su elaboración. Divididas en vitrinas, muros y torres, la magia de todas está en el proceso de producción, por ejemplo, Tapete africano fue realizado con ayuda de arena –recogida en lugares que ha visitado– y un petate en el que simula bordados artesanales oriundos de ese continente.