Por: Redacción
La narrativa –un método eficiente en los procesos de enseñanza-aprendizaje al estimular el pensamiento, la reflexión y los sentimientos– es además generadora de conocimiento humanizado, expuso el profesor-investigador Gregorio Hernández Zamora, de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
El doctor en Lenguas y Cultura Escrita por la Unidad Cuajimalpa de la Casa abierta al tiempo aseveró que la narración desarrolla capacidades analíticas, hace fluir las ideas y transparenta pensamientos, creencias, deseos y aspiraciones en los jóvenes, por lo que los centros de educación superior deberían considerarla para el mejoramiento, tanto de los planes de estudio como del vínculo institución- alumnos.
Las universidades desconocen en general la información que revela cómo son sus educandos, aun cuando para que la gente aprenda algo o escuche “debe establecerse comunicación”, añadió.
La narración como concepto didáctico posibilita conocer, a través de los textos, las construcciones e ideologías sobre un tema, a diferencia del escrito expositivo que muestra distancia entre el hablante y su discurso.
“Escribir y hablar en el sentido tradicional dominante consiste en poner una barrera entre lo que se dice”, por lo que son utilizadas modalidades de enunciación impersonal y “no se escribe en primera persona”.
Hernández Zamora señaló que en los ámbitos profesional y académico la tendencia ha sido a privilegiar el conocimiento teórico sobre el práctico, pese a que este último ofrece soluciones reales a problemáticas concretas.
El modelo educativo tradicional es expositivo y argumentativo, por lo que la mayoría de textos académicos y científicos está escrita en esos términos, pues “se considera que lo narrativo, contar historias y todo lo que tenga que ver con experiencias y emociones personales no sirve”, cuando es todo lo contrario, porque la adquisición del conocimiento debe ser humanizado sin dejar de lado lo personal ni las emociones.
En la mesa Storytelling, su potencial en la educación superior del 2° Coloquio de Enseñanza-Aprendizaje, realizado en la Unidad Cuajimalpa, refirió que investigadores de las teorías del aprendizaje sostienen que sin emoción no hay cognición, porque desechar esas sensaciones empobrece o limita el conocimiento y el aprendizaje.
El discurso narrativo, dijo, se expresa en forma escrita, oral, icónica o visual, utilizando dibujos e imágenes o empleando medios digitales.
La doctora Rocío Abascal Mena, coordinadora de la Maestría en Diseño, Información y Comunicación (MADIC) de la Unidad Cuajimalpa, indicó que el Storytelling –contar historias– es un medio para la identificación de soluciones a problemas sociales que enriquecen la comunicación y el aprendizaje.
Como herramienta de enseñanza ha sido positivo para los grupos interdisciplinarios de alumnos de áreas técnicas y de Ciencias de la Comunicación y el Diseño porque ha permitido un mayor acercamiento y mejorado la enseñanza y la adquisición de conocimiento.
La dinámica de narrativa visual ha creado un ejercicio de comunicación creativo con el otro, de tal manera que el estudiante ha mantenido el interés por la unidad de enseñanza aprendizaje y ha llegado a soluciones de problemas con un carácter humano, porque los sentimientos y las emociones juegan un papel central.
El acercamiento y el mejor entendimiento han eliminado prejuicios y los han humanizado al plantear problemáticas personales desde la situación del otro con una canalización adecuada de objetivos.
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