Por: María Manuela de la Rosa Aguilar/

El 17 de octubre se cumplen 66 años de que la mujer adquirió el derecho al voto, aunque lo hizo por primera vez hace 64 años.

El 28 de octubre de 1931 entra en vigor la nueva Ley Federal del Trabajo. No obstante que la Constitución de 1917 en su artículo primero señala que todo individuo gozará de las garantías que la misma otorga y en el artículo 4º señala que el varón y la mujer son iguales ante la Ley.

Pero no es hasta el 17 de octubre de 1953 que se publica el decreto que da a todas las mujeres el derecho de igualdad, bajo el mandato de Adolfo Ruiz Cortines, adquiriendo la plenitud de los derechos civiles y políticos, con las reformas de los artículos 34 y 35 constitucionales. Y en el Diario Oficial de la Federación del 23 de noviembre de 2012 se estabece la igualdad laboral entre hombres y mujeres, aunque desde 1974 se estipula la igualdad jurídica ante la Ley entre el hombre y la mujer.

Por lo que respecta a las fuerzas armadas, la mujer ha tenido una participación constante a lo largo de la historia, aunque soslayada, ya que si bien ha sido compañera inseparable del hombre desde el proceso revolucionario, integrándose no sólo como apoyo moral, sino como combatiente. Por ello tenemos casos relevantes como:

Doña Encarnación Mares, “Chonita”, subteniente del 10º Regimiento de Caballería, grado que irónicamente Venustiano Carranza le retiró luego de haber trabajado para su causa;

Carmen Parra, “La coronela Alanís” veterana de la Revolución;

Petra Herrera, alias “Pedro Herrera” que aunque llegó a general, Pancho Villa no le dio el crédito por ser mujer;

Rosa Bobadilla “La Coronela” que estuvo en las filas zapatistas;

Margarita Neri, indígena maya de Quintara Roo, también zapatista;

Doña Ramona R., viuda de Flores “la Güera Carrasco”;

Amelia Robles Avila (Amelio), que llegó a coronel al lado de Zapata;

Valentina Ramírez, “la Leona de Norotal” o “Juan Ramírez”, nacida en Norotal, Durango, se unió junto a su padre a la causa maderista, que por su valentía y belleza se dice que fue la musa que inspiró el corrido de La Vatentina;

Adela Valverde, originaria de Chihuahua, que estuvo entre las filas villistas, donde se casó con un sargento, que le compuso el corrido de La Adelita.

Y cuántas más, mujeres anónimas, pertenecieron a los ejércitos revolucionarios, como la madre de la estrella del cine Anthony Quinn, doña Manuela Oaxaca, soldadera de las filas villistas.

La Madre Cuca, Refugio Estevez Reyes, considerada la primera enfermera militar. Alrededor de 1906 es nombrada sargento efermera por el general Urriza en Guadalajara. Y es esta mujer el paradigma de la actual enfermera militar.

En 1910 Emiliano Zapata nombra a María de la Luz Espinoza Barrera, teniente coronel.

Aunque se considera como la primera mujer en el servicio activo a María González de Cárter, que el 1º de febrero de 1934 fue la primera afanadora. Y esto es porque oficialmente es dada de alta en la entonces Secretaría de Guerra y Marina.

Y así es como poco a poco van ingresando mujeres a las fuerzas armadas:

El 21 de marzo de 1938 se crea la Escuela Militar para Enfermeras del Ejército, a donde ingresa sólo personal femenino.

19 de septiembre de 1939, el presidente Lázaro Cárdenas del Río crea por decreto el cuerpo de oficinistas del ejército, en donde por décadas se concentró la mayor cantidad de mujeres militares, además de las enfermeras.

El 6 de diciembre de 1945 la señora María Cristina González causó alta en la Dirección General de Aeronáutica Militar como Sargento 2º Mecanógrafa.

El 21 de abril de 1947 la señorita Alma Campuzano Rangel causó alta como Cabo Dibujante en el Servicio Cartográfico del Ejército.

En 1954 ingresan mujeres al Servicio de Cartografía como fotogrametristas y en 1991 como ingenieros del Servicio Cartográfico.

En 1973 ingresan mujeres por primera vez a la Escuela Médico Militar, institución de gran tradición, cuyos antecedentes se remotan al 15 de enero de 1881, cuando Porfirio Díaz instituye la Escuela Práctico Médico Militar.

En mayo de 1975 entran las primeras mujeres a la Escuela Militar de Transmisiones, aunque la mayoría desertan por no adaptarse a las estrictas normas disciplinarias del plantel y se cierra esa opción para las mujeres, hasta el 2007.

En 1974 se crea la Escuela Militar de Odontología, que ya considera el ingreso de mujeres.

En 1982 ingresa un número considerable de personal femenino a la recíen creada Fábrica de Vestuario y Equipo Sedena.

En 1983 ingresa la primera mujer en el Curso Básico de Paracaidismo, que destaca por su participación en el equipo de salto libre.

En 1985 se forma el Coro y Orquesta del Ejérito y Fuerza Aérea, al que se integra personal femenino de la Secretaría de la Defensa Nacional, así como personal civil con formación musical

En 1985 se integra un gran contingente femenino para el desfile militar del 16 de septiembre.

En 1990 ingresan mujeres a la Fábrica de Armamento.

En el año 2000 se incluye el ingreso volutario de las mujeres al Servicio Militar Nacional.

A partir del año 2007 se acepta el ingreso de mujeres a las escuelas militares de formación de oficiales como el Heroico Colegio Militar, el Colegio del Aire, la Escuela Militar de Ingenieros, la Escuela Militar de Transmisiones, la Escuela Militar de Clases de Transmisiones, así como de oficiales a la Escuela Superior de Guerra.

En el 2008 ingresan mujeres soldados al Cuerpo de Policía Militar.

Ya para el 2010 se graduaron las primeras mujeres del Curso de Mando y Estado Mayor General y las primeras oficiales de la Fuerza Aérea como controladoras de vuelo (5) y aerologistas (4).

En el 2011 se gradúa la primera piloto aviador militar.

En el 2013 la primera ingeniero militar.

En el 2014 se integran mujeres al Curso Básico de Fuerzas Especiales.

En el 2016 se gradúan las primeras 3 subtenientes de Artillería y 2 zapadoras.

En el 2017 causan alta mujeres como soldados de Artillería en los regimientos del arma. Y como soldados zapadoras en los Batallones de Ingenieros de Combate.

En el año 2017 cambia su denominación la Escuela Militar de Enfermeras por la de Escuela de Enfermería, para incluir a los hombres; asimismo en la Escuela Militar de Sanidad, antes exclusiva para varones, ingresan mujeres.

Cabe señalar que desde principios de los años ochenta se creó el Batallón de Femenino de Tropas de Administración, que no sólo se formó con fines de adiestramiento del personal de oficina, sino para su participación en los desfiles militares y destinarlo a tareas de seguridad en eventuales coyunturas, como por ejemplo en eventos deportivos como los mundiales de fútbol, o en la aplicación del Plan DN-III-E y actividades de labor social.

A principios del gobierno del presidente Miguel de la Madrid se corrió el rumor entre la tropa de que había la intención de disminuir el efectivo de mujeres militares, ya que se observó un incremento en años previos. Un hecho es que fue notorio el rigor con que se trató al personal femenino, a quien en 1982 se le ordenó llevar el pelo corto, que no obstante que las mujeres con cabellera larga lo llevaban bien recogido, no fue suficiente, lo cual para algunas fue un verdadero drama, sin embargo la orden fue cumplica a cabalidad. También se incrementaron las sesiones de adiestramiento, las largas caminatas de los sábados, algunos cambios de adscripcion de mujeres a otros Estados, acuartelamientos con motivo de marchas y mítines, etc.

Curiosamente, los hombres oficinistas no fueron tomados en cuenta para estas actividades, que sin embargo sirvieron como estímulo para las mujeres y se creó un gran espíritu de cuerpo; no sin algunos sacrificios personales, como el dejar a sus hijos las veces que fueron comisionadas a actividades de labor social en el interior del país. Las mujeres mostraron su carácter, su calidad profesional y disciplina, porque no hubo deserciones. Un dato curioso fue que los mandos notaron cómo el trabajo administrativo de los sábados quedaba paralizado cuando el personal femenino era enviado al adiestramiento y caminatas sabatinos, aunque había personal masculino encargado de ello.

Y aunque la institución no lo considera relevante, el ejército ha contado con valiosas mujeres: en el estado Mayor de la Fuerza Aérea una mujer tuvo a su cargo por varios lustros las operaciones aéreas; fue una mujer la que también por décadas manejó el presupuesto de la defensa nacional; una médico militar llevó a la vanguardia el área de rehabilitación en el Hospital Central Militar; también una mujer fue la pionera que construyó la comunicación social. Ellas y muchas otras militares invisibles han dado importantes aportaciones a la institución, aunque han estado detrás de los hombres, que ya sea por su género, grado o posición dentro de la estructura orgánica, han sido los que oficialmente tuvieron el cargo y retribución correspondiente.

La mujer militar poco a poco ha logrado ir creciendo profesionalmente. En 1994 es nombrada la primera general pertenciente a servicio de odontología. Y fue así debido a que procedía de la Escuela Militar de Enfermeras y luego ingresó a la de Odontología, así que tenía mayor antigüedad en el Ejército y por ello fue también la primera coronel. En la actualidad el efectivo de mujeres es el siguiente:

4 generales brigadieres.
24 coroneles.
129 tenientes coroneles.
540 mayores.
293 capitanes primero.
281 capitanes segundos.
1395 tenientes.
797 subtenientes.
1023 sargentos primeros.
1567 sargentos segundos.
2533 cabos.
16,899 soldados.

Y no cabe duda que su participación irá cobrando cada vez más importancia. En el 2017 la Secretarñia de la Defensa Nacional organizó un seminario internacional: La participación de la mujer en los ejércitos del mundo”, del 27 al 29 de noviembre, con la participación de militares de 24 países de América, Asia, Europa y de la Comison Interamericana de Defensa, con los temas:

Obstáculos y brechas de género en las fuerzas armadas;

Mujer, paz y seguridad;

La mujer en las fuerzas armadas;

Violación sistemática como arma de guerra en los conflictos armados;

Armonización legislativa en materia de igualdad de género, juzgando con perspectiva de género;

Acceso a las mujeres a la educación militar;

Construccion de una política de igualdad para las fuerzas armadas;

Empoderamiento de la mujer en los ámbitos público y privado;

Transversalización de género en las fuerzas armadas;

Avances, logros y retos en el Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos.

Esto no es ajeno a la resolución 1325 del Cosejo de Seguridad de la ONU, celebrada el 31 de octubre del año 2000, y aprobada en su sesión 4213ª, insta a los Estados Miembros a velar porque aumente la representación de la mujer en todos los niveles de las instituciones, para que participe en la gestión de la solución de confictos y procesos de paz, alentando al secretario General a que ejecute su plan de acción estratégico (A/49/587), en el que se pide un aumento en la partiipación de la mujer, pidiendo nombrar más mujeres representates en misiones de paz, para lo cual los Estados Miembros deben presentar candidaturas periódicamente, considerando también a más mujeres en operaciones de las Naciones Unidas sobre el terreno entre los observadores militares, policía civil y de derechos humanos.