- Existen cuatro indicadores que ilustran cómo la medición de la pobreza en México es incorrecta y está sobrestimada de manera importante, tanto a nivel nacional como estatal.
Por: Redacción/
La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) que recaba el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) subestima “de manera significativa” dichos ingresos y gastos, por lo que la medición oficial de pobreza del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) resulta en una fuerte sobrestimación del fenómeno, sostuvo el maestro Genaro Cruz Salas, alumno del Doctorado en Estudios Sociales, Línea de Economía Social, de la Unidad Iztapalapa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
En un trabajo publicado en el Foro Remesas América Latina y El Caribe junto con el maestro Jesús A. Cervantes González, director de Estadísticas Económicas y coordinador de dicho foro en el Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos, los autores sostienen que el problema de subestimación de los ingresos de los hogares de la ENIGH es más severo en el caso de las remesas que recibe México del exterior y dicha deficiencia estadística es todavía mayor al analizar ese rubro en los estados mexicanos.
Existen cuatro indicadores que ilustran cómo la medición de la pobreza en México es incorrecta y está sobrestimada de manera importante, tanto a nivel nacional como estatal, señalan los investigadores.
En primer lugar, explican, “el ingreso total de los hogares cuantificado por las ENIGH 2016, 2018 y 2020 resultó en promedio de sólo 37 por ciento del recurso disponible derivado de las cuentas nacionales, por tanto, los ingresos promedio de un hogar en México en esos años fue en promedio 2.7 veces el que se consideró en la medición de la pobreza, lo que redundó en una fuerte sobrestimación del número de pobres en México”.
Segundo, en esos mismos tres años, el gasto total de los hogares que capturó la ENIGH fue equivalente a sólo 28.9 por ciento del consumo privado medido por las cuentas nacionales”.
En esos años, advierten, el nivel de consumo promedio de un hogar en México fue 3.4 veces mayor que el que se consideró en los indicadores de pobreza del CONEVAL y “es ampliamente reconocido que el consumo de un hogar es el mejor índice que hay de su nivel de vida”.
Por otro lado, un tercer indicador de la subestimación de los ingresos de los hogares y de sobrestimación de la pobreza se refiere a las remesas, pues de acuerdo con cifras del Banco de México, el país recibió del exterior 40 mil 601 millones de dólares por envíos familiares en 2020.
No obstante, en la ENIGH de ese año el ingreso anual proveniente de otros países fue de sólo 2,769 millones de dólares, de manera que no capturó 37,832 millones de dólares que seguramente elevaron los niveles de vida de millones de hogares receptores.
Por tanto, a la ENIGH “se le escapó 93.2 por ciento del ingreso del país por remesas, lo que quiere decir que su contribución a aliviar la pobreza ha sido prácticamente ignorada en la medición del CONEVAL”.
La subestimación de ingresos por remesas de la ENIGH también se obtiene al cuantificarlas con relación al PIB. En 2020 éstas fueron equivalentes a 3.78 puntos porcentuales del PIB, pero en la Encuesta los recursos provenientes de otros países sólo representaron 0.26 puntos porcentuales del PIB, por lo que en la medición de la pobreza no se incluyó a 3.52 puntos del PIB por ese concepto, afirman.
El maestro Cruz Salas comentó en entrevista que México presenta un problema severo de pobreza “y es un hecho que no se puede negar”; sin embargo a pesar de esta severidad “creemos que está sobrevalorada y esto se debe a la información que utiliza el CONEVAL, es decir a las encuestas de ingresos y gastos de los hogares”.
Las remesas son muy relevantes para muchos hogares receptores e inciden en el alivio de esa condición y las que recibe México son muy importantes, pero el asunto reside en que no se capturan de manera correcta en las encuestas nacionales de ingresos y gastos.
“Este no es un fenómeno exclusivo de México, sino a nivel mundial” y quienes estudian la pobreza, la distribución del ingreso y las remesas reconocen desde hace mucho tiempo que “siempre hay inconvenientes en las encuestas nacionales, sin embargo, el INEGI ha hecho un esfuerzo por mejorar su cobertura. Por ejemplo, éste último ha aumentado el tamaño de la muestra; en 2014 se consideraron 60 mil hogares, la cifra aumentó a 80 mil en 2018 y para 2020 se tuvieron más de 100 mil considerados en el ejercicio”.
A pesar de estos esfuerzos la representatividad de los hogares con remesas sigue estando muy por debajo de lo presentado en las cuentas nacionales. “Es una complicación estadística que no es fácil de resolver, pero que es del conocimiento de las autoridades.
“Lo que proponemos en ese sentido, dijo, es abrir el debate, que se discutan las modificaciones estadísticas para que el INEGI y el CONEVAL puedan aumentar su representatividad en las remesas y con ello hacer una medición de la pobreza mucho más real”, finalizaron.
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