• Desde antes de la contingencia sanitaria global se utilizaban métodos de IA y los modelos predictivos que se diseñaron en 2020 son parte de este sector.

Por: Redacción/

La sociedad debe estar bien informada, ser crítica y exigir a los gobiernos el establecimiento de un marco regulatorio para evitar que las grandes empresas tecnológicas inviertan en el impulso de la inteligencia artificial (IA), anteponiendo sus intereses comerciales a los de la mayoría, advirtió el doctor Rafael Pérez y Pérez, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Durante el conversatorio El impacto de la inteligencia artificial en la sociedad, el investigador del Departamento de Tecnologías de la Información de la Unidad Cuajimalpa reconoció que si bien este sistema ha estado muy relacionado con la medicina y las ciencias por muchos años, en el contexto de la pandemia del COVID-19 las empresas farmacéuticas han desarrollado una serie de algoritmos para mejorar y encontrar más rápido fármacos y dosis adecuadas para enfrentar la enfermedad.

Desde antes de la contingencia sanitaria global se utilizaban métodos de IA y los modelos predictivos que se diseñaron en 2020 son parte de este sector, por ejemplo, se están probando algoritmos para identificar a pacientes por medio de dispositivos portátiles que pueden prever la infección al comparar los signos vitales con los de portadores del virus y también se están analizando datos para detectar zonas de contagio con el fin de aislar regiones, señaló el doctor Carlos León Aznar, profesor del Departamento de Ingeniería del Software e Inteligencia Artificial de la Universidad Complutense de Madrid.

A diferencia de la filosofía y la psicología, los esfuerzos de la disciplina están encaminados a la construcción y la comprensión de entidades inteligentes, con la idea de crear software que haga actividades que requieren de inteligencia, así como para tratar de entender mejor cómo funciona el cerebro, enfatizó Pérez y Pérez en el espacio UAM, responsabilidad social, transmitido los miércoles por UAM Radio 94.1 FM.

Sin perder de vista “que no toda tecnología o programa de cómputo es IA, aunque haya compañías que traten de venderla como tal en su estrategia de marketing, pues está de moda el término”.

En 1943 se registraron los primeros trabajos, la mayoría relacionada con sistemas que pudieran jugar a las damas, hasta que en 1950 el matemático británico Alan Turing realizó una prueba para identificar la capacidad de una máquina para comportarse con la inteligencia de un ser humano.

El término fue acuñado en 1956, seguido de aplicaciones, pero fue en la década de 1970 cuando aparecieron los modelos expertos y en 1997 Deep blue se hizo famoso porque derrotó en seis partidas de ajedrez al entonces campeón del mundo Garri Kasparov.

En el 2011, la firma IBM presentó el proyecto Watson, con capacidad de responder a preguntas complejas, y en 2016 Google DeepMind publicó AlphaGo, un programa que venció al sudcoreano Lee Se-Dol, campeón del juego de mesa Go por más de una década.

Sin duda, el avance científico ha causado miedo a las personas siempre, aun cuando “lo que debe ocuparnos en realidad es cómo podemos usar adecuadamente la tecnología”.

Desde hace muchos años, en Londres, Gran Bretaña, hay cámaras que analizan los rostros de las personas para identificar criminales en calles y lugares públicos, aunque esa tecnología se ha usado en China para controlar a las minorías, dijo el académico de la Casa abierta al tiempo.

El doctor León Aznar destacó que en la última década la IA alcanzó uno de sus objetivos principales: estar en todas partes, pues se encuentra en el mundo técnico y en la academia, además de que muchas de las cosas que parecen normales y son asumidas como sencillas, en realidad son llevadas a cabo por grandes motores.

“Todos los días accedemos a los buscadores de Internet o dejamos que nuestros teléfonos celulares conviertan nuestras palabras en comandos, pero es importante saber que todo lo que implica gestionar datos o conocer al usuario es mucho más complejo de lo que parece” y está por todos lados: en los dispositivos portados en el cuerpo, los teléfonos móviles y en los grandes centros de cálculo de servidores enormes.

“Estamos creando IA al usar mapas para indicar dónde vamos; dónde preferimos comer; cuánto tiempo pasamos mirando la televisión, e incluso cuando vemos Netflix contribuimos a mejorar muchísimo la calidad de las predicciones de comportamiento y lo que pueden hacer los algoritmos”, por lo que “es importantísimo entender nuestra relación con las compañías que usan nuestra información para saber lo que pueden y lo que no pueden hacer; principalmente hay que empezar a asumir que la inteligencia artificial ya es parte de la sociedad”, finalizó.

El programa fue moderado por el doctor Vicente Castellanos Cerda, académico del Departamento de Ciencias de la Comunicación de la Unidad Cuajimalpa de la Casa abierta al tiempo.

La serie de conversatorios UAM, responsabilidad social, que se transmite todos los miércoles a las 12:00 horas por UAM Radio 94.1 FM, es una de las estrategias de la comisión de especialistas en medios creada por el rector general de la UAM, doctor Eduardo Peñalosa Castro, para apoyar el aprendizaje remoto impartido durante el confinamiento, así como para promover expresiones artísticas, ideas, crítica y la ciencia entre la comunidad universitaria y la ciudadanía.