- La propuesta busca lograr que las divisas extranjeras que ingresan a México por actividades legítimas, sean controladas por el Banco de México.
Por: María Manuela de la Rosa Aguilar/
Pensando en los problemas que padecen los migrantes mexicanos que traen dólares a nuestro país y en los turistas extranjeros que visitan México, el Grupo Parlamentario de Morena en la Cámara de Senadores emitió una iniciativa para reformar la Ley del Banco de México, a fin de que el efectivo en moneda extranjera, fluya de manera sencilla, segura y económica, en beneficio de las familias y los receptores de dichas monedas, con el respaldo del Banco Central.
La propuesta busca lograr que las divisas extranjeras que ingresan a México por actividades legítimas, sean controladas por el Banco de México, a fin de que los mexicanos que reciben las remesas de sus familiares en el extranjero, mantengan el valor de la moneda al tipo de cambio legal y vigente, para evitar que los comercios se los reciban a un valor inferior o que cobren altas comisiones por el cambio o transferencia. Esto permitiría facilitar el intercambio comercial al consumidor final, ya que fomentaría la capacidad de compra y evitaría los múltiples problemas que tienen las personas para cambiar en los bancos las monedas extranjeras, fundamentalmente dólares. Con esta iniciativa se pretende beneficiar a unos 30 millones de familias de mexicanos que envían dólares de los Estados Unidos.
El objetivo planteado por los senadores morenistas, sin duda refleja una legítima preocupación por los migrantes mexicanos en el extranjero y sus familias, además de que supone un beneficio social de notable prioridad para ese sector que tanto ha beneficiado al país, así como para facilitar la estancia de turistas extranjeros en nuestro país.
Sin embargo, la iniciativa ha soslayado el hecho de que impone al Banco de México comprar divisas captadas por la banca que no puedan ser repatriadas, ya que, debido a las normas vigentes para evitar el lavado de dinero, los bancos sólo pueden comprar una cantidad muy limitada de dólares.
Y esta obligación implica realizar operaciones de alto riesgo, que pueden arriesgar la disponibilidad de los activos internacionales y el valor de la moneda nacional. Así que, el costo de esa capacidad adquisitiva que recuperarían los consumidores finales, se endosaría al Banco de México y por consiguiente afectaría al sistema financiero de México, devaluando la moneda nacional. Esto, compromete la reserva en activos internacionales, que podría imposibilitar las transacciones en moneda extranjera y generar el congelamiento de cuentas y recursos, incluso su confiscación por parte de autoridades internacionales. Pero además, se abre la posibilidad de que ingresen flujos de efectivos provenientes de actividades ilícitas, riesgo para el sector financiero, que no sólo puede vulnerar la autonomía que constitucionalmente tiene el Banco de México, puesto que otras entidades bursátiles pueden vetar el dinero de BANXICO, sino que estaría en el entredicho de ser un banco dedicado al lavado de dinero y por ser la banca nacional, haría que México perdiera toda su capacidad financiera.
El Banco de México alertó por la iniciativa presentada para reformar dicha Ley, puesto que obliga tácitamente al Banco a comprar las divisas extranjeras que no puedan repatriarse y que pasen a formar parte de las reservas internacionales; y lo peor, divisas cuyo origen se desconozca. Debido a ello, la discusión sobre el particular se va a posponer hasta el próximo año, evitando así emitir una reforma fast track que pone en riesgo la estabilidad y credibilidad de BANXICO, ya que existe un alto riesgo de que esa institución avale el lavado de dinero, además de que pone en entredicho su autonomía.
Al respecto, no sólo el Banco de México prendió las alertas, sino que todos los analistas de manera unánime advirtieron del eminente peligro. Y el primero en pronunciarse fue el gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, quien manifestó que la institución a su cargo absorbería los riesgos de todas las instituciones con las que opere, haciéndolos propios, esto es, que concentraría toda la responsabilidad y pondría en peligro la disponibilidad de las reservas internacionales.
La Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados tuvo una reunión con los integrantes de la Junta Directiva de la Asociación de Bancos de México, quienes igualmente alertaron sobre la posibilidad de paralizar a la banca, pues, como advirtió el director de Bank of América Merrill Lynch México, Emilio Romano, la reforma no considera ningún control antilavado y puede someter al Banco de México a un proceso de auditoría sujeto a sanciones, que provocaría la paralización del sistema de pagos de México, opinión en la que coincidieron los directivos en México de BBVA, Banorte, Citybanamex, Scotiabank, Bancoppel y Barclays. Y a este respecto Héctor Grisi, Director General de Santander México, dijo que con esta reforma se corre el riesgo de que el Estado Mexicano tenga la responsabilidad de la compra de efectivo, exponiéndolo a intervenciones del Departamento de Justicia americano, que pueden derivar en el congelamiento de las reservas.
Julio Carranza, vicepresidente de Bancoppel agregó que las operaciones de divisas en efectivo son riesgosas para los bancos, que deben cumplir con las regulaciones de los países de destino; y con las modificaciones que se pretenden, el Banco de México estaría sujeto a auditorías de bancos internacionales, escenario que pondría al país en vilo, ante la posibilidad de que su banco central dejara de operar, por lo que se deduce que no sólo es una amenaza para la economía de México, sino incluso para la seguridad nacional.
Por su parte Luis Niño de Rivera, presidente de la Asociación de Bancos de México enfatizó que se ha cumplido cabalmente con las regulaciones nacionales e internacionales para prevenir el lavado de dinero y financiamiento al terrorismo, para lo cual los bancos han hecho una gran inversión en capital y tiempo para especializar a su personal y elaborar manuales de procedimientos, a fin de asegurarse que los dólares que reciben tienen un origen legítimo.
La AMB emitió un comunicado en el que advierte que la reforma propuesta por el Senado, pone en peligro a todo el sistema financiero del país, por lo que llamó a la Cámara de Diputados a discutir la iniciativa para ampliar y enriquecer la propuesta, que se encuentra en la etapa de análisis.
Incluso Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la SHCP, se pronunció por la necesidad de estudiar la iniciativa más a fondo para evitar que pueda haber un problema de lavado de dinero, que podría comprometer al sistema financiero.
Pero también la alerta ha sido emitida por el FMI, a través de su directora gerente, Kristalina Georgieva, quien advirtió de las consecuencias indeseadas de la propuesta de reforma, que pondría en riesgo la reputación del Banco de México.
Problema de seguridad nacional, evidentemente. Por ello es vital que los legisladores consideren prioritaria la alta responsabilidad de velar por los intereses de México y tomen en serio las recomendaciones de los especialistas, para buscar alternativas que favorezcan a los diversos sectores sociales, sin arriesgar la estabilidad del país.
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