Por: Redacción
En México existen más de 4 mil 500 plantas medicinales, sin embargo solo se comercializan 400 para el tratamiento de enfermedades y de éstas únicamente se cultivan 100 por lo que existe el riesgo de perder el germoplasma de miles de estas plantas ante la escasa producción de las mismas, advirtió Guillermo Mendoza Castelán, director del Instituto Tzapin de Medicinas Complementarias.
Precisó que debido a que su reproducción sólo se sustenta en la recolección las Secretarías de Agricultura y de Salud están obligadas a preservarlas pues actualmente su resguardo está en manos de 60 grupos étnicos a nivel nacional.
El especialista e investigador de la Universidad Autónoma Chapingo, indicó que una estrategia que se impulsa para conservar y producir plantas medicinales en el país es a través de las Farmacias Vivientes que se están instalando, ya existen más de 500, en zonas rurales y urbanas en formatos de huertos para la atención inmediata como padecimientos no graves como un dolor de cabeza, una diarrea, etc.
Al a conocer la celebración, el 27, 28, 29 y 30 de abril de la Segunda Feria Nacional de las Farmacias Vivientes, Naturismo y Plantas Medicinales, a celebrarse en las inmediaciones de la Universidad Autónoma Chapingo donde se encuentra el Instituto Tzapin de Medicinas Complementarias, Guillermo Mendoza Castelán hizo un llamado al Secretario de Agricultura, José Calzada Rovirosa, a impulsar estrategias de producción de estas plantas para evitar la dependencia de las misma con el extranjero.
Luego de señalar que a este encuentro se espera una afluencia superior a los 5 mil visitantes, insistió en que de las 4 mil 500 plantas medicinales, en el mercado se comercializan solo 400 y de esas únicamente se cultivan 100 que tienen una mayor investigación química- farmacológica- clínica.
Por lo anterior, Guillermo Mendoza Castelán aseguró que el Festival junto con el Foro denominado Producción Manejo, Postcosecha, Comercialización y Uso de Plantas Medicinales a celebrarse el 27 de abril, busca que las familias campesinas tengan sus recursos herbolarios disponibles para tener la sustentabilidad en salud, practicar el cultivo de plantas y hacer uso de inmediato pero sin descuidar su medio ambiente.
Cabe aclarar, dijo, que la mayor parte de plantas que se cultivan provienen de los españoles cuando conquistaron México y pocas plantas autóctonas son cultivadas por lo que urge su cultivo toda vez que la herbolaria mexicana está basada en procesos de recolección en más de dos terceras partes.
En este orden de ideas es que la Secretaría de Agricultura debería de participar promoviendo la capacitación de recolectores de plantas medicinales e incentivando su cultivo pues ello permite la diversificación de la producción en el campo, la capitalización del mismo pues es de interés mundial la búsqueda de países que cuentan con plantas medicinales.
En esta labor, consideró, deberían participar también los institutos de investigación, la Secretaría de Salud dando el visto bueno a la validación cultural e histórica de las mismas ya que se está perdiendo el conocimiento del herbolario, el cual está muy vulnerable, en las comunidades indígenas debido a la migración.
Ante el crecimiento del abandono de sus lugares de origen, los indígenas y campesinos olvidan el cultivo de las plantas medicinales y esto propicia que la producción vaya en declive.
Al retomar el tema de las farmacias vivientes, el investigador explicó que el concepto se define por la superficie a establecer para el cultivo de plantas bajo el principio de la sustentabilidad en la salud.
Paras este fin, se estructura sobre el cultivo de un grupo de plantas por padecimientos como “son los dolores de cabeza donde podemos tener Jengibre o Santa María; la sábila, para las quemaduras o árnica, para los golpes y las plantas digestivas como el hinojo o la manzanilla que son consideradas como de utilidad inmediata y de atención primaria”.
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