Por: Redacción/
Actualmente se ha dejado atrás la imagen de la geografía enfocada sólo a la elaboración de mapas, conocimiento de ríos o montañas; es una disciplina estrechamente vinculada a la sociedad, afirmó Manuel Suárez Lastra, director Instituto de Geografía (IGg) de la UNAM.
“Una de sus grandes fortalezas es que integra el aspecto social con el natural, pues se ven esos dos mundos al mismo tiempo, además de visualizar los cambios y modificaciones del territorio”.
Como pocas áreas del conocimiento, la geografía une en su trabajo el conocimiento y estudio del territorio con las comunidades que lo habitan; es una de las ramas de la ciencia con las que vive diariamente el mexicano.
En ocasión del Día del Geógrafo, que se celebra el 23 de julio, el universitario indicó que estos profesionales plasman la información espacial en mapas, una herramienta poderosa. “Nunca antes habíamos estado tan conscientes de nuestra ubicación y de las cosas que nos rodean; gracias a la geografía todos somos un punto azul en un celular, y muchas disciplinas se reflejan en un lugar, desde las ideas hasta las tendencias filosóficas”.
Esto se debe a que desde hace tiempo muchas disciplinas han comenzado a utilizar herramientas que antes eran exclusivas de la geografía, y poco a poco se han interrelacionado llevando a nuevas áreas del conocimiento, como la reciente geografía aplicada, que se imparte en la ENES Mérida, precisó el experto en expansión y estructura urbana.
“Lo que buscan los jóvenes en la geografía es la parte tecnológica, pues casi toda es muy aplicada. Hay algunas ramas que son más filosóficas, pero en general es una disciplina aplicada y aplicable, con muchos instrumentos tecnológicos modernos que se relacionan con la percepción remota, drones, satélites o fotografías”, enfatizó el miembro del Sistema Nacional de Investigadores.
Disciplina “bisagra”
Un reto de la geografía es seguir interactuando con otras áreas del conocimiento para servir como “disciplina bisagra, que integra muchas cosas. En la medida que podamos hacerlo seguirá siendo nodal, muy importante”.
El experto en estadística aplicada a las ciencias sociales reconoció que los riesgos son parte de la aplicación del conocimiento geográfico, pues los fenómenos naturales pueden convertirse en desastres si no hay una comprensión de dónde hay laderas para no construir, o cómo tener una alerta temprana para advertir a una población sobre un riesgo de deslizamiento y minimizar las pérdidas humanas y materiales de la mejor manera.
“También es importante trabajar más con los jóvenes de secundaria y bachillerato, para acercarlos a esta disciplina. Hacemos recorridos en las prepas para mostrarles nuestra labor, y tenemos la idea de traer a secundarias cercanas para que vean la labor que desarrollamos, pues debemos generar un mayor vínculo con los chavos”, concluyó.
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